En pleno epicentro de La Latina, en un amplio y luminoso local de la Plaza de la Paja, se encuentra una de las tiendas con más personalidad del barrio. Con un toque rústico pero sin perder su esencia a modernidad, con un aura de tradición pero sin perder nunca de vista la vanguardia; así es Cocol, un establecimiento mágico lleno de productos artesanos y tradicionales.
La idea original de Cocol surge del propósito de reconocer la importancia de la artesanía española y mediterránea, huyendo de las ideas de grandes franquicias o tiendas de souvenirs típicas del centro de la ciudad. Así, Cocol apuesta por una selección de productos de toda la vida, elegidos bajo la guía del gusto personal de Pepa Entrena, el cuerpo y la mente detrás de este proyecto.
Pepa, madrileña de pura cepa, ha visto cómo poco a poco los comercios tradicionales de productos artesanos desaparecían de las calles de la urbe y dejaban paso a grandes corporaciones y grandes superficies que, lejos de aportar nuevas tendencias, suponían un calco las unas de las otras. En este contexto, y hablando del desarrollo de Cocol, para ella era importante trabajar con los mejores artesanos de nuestro país: esos que cultivan el arte de la artesanía de la forma más tradicional en los pueblos y cuyo oficio se está perdiendo poco a poco.
Pero Entrena no se olvida de las nuevas generaciones, y por eso también apuesta por proyectos jóvenes; es decir, por todos los nuevos talentos que, en vez de ver cómo un arte milenario perecía, decidieron continuar tradiciones familiares o locales para crear objetos de un valor prácticamente intangible, con un diseño puesto al día.
CERÁMICA, MADERAS, TEXTIL Y MUCHO MÁS
En Cocol encontramos de todo y para todos, desde las clásicas Boinas Elósegui o las Mantas de Grazalema, hasta velas aromáticas de Ibiza pasando por las tablas de corte premium Nordic Works elaboradas en la sierra madrileña.
Pepa comenzó a buscar productos para su tienda basándose en sus gustos, teniendo siempre en cuenta la buena relación calidad-precio, y poco a poco ha ido sumando artículos a su catálogo. La selección comenzó con manufacturas que a ella le gustaban de siempre, pero la búsqueda por sumar obras y género de diferentes tipos es continua. La rotación de Cocol es amplia, ya que su dueña no cesa en el empeño de buscar y encontrar tesoros artesanos.
Centrándose siempre en materiales nobles y pequeñas producciones, Pepa apuesta por popularizar otra forma de trabajar y otra forma de consumir, sostenible y mucho más respetuosa con la ciudad. De esta forma, Cocol arriesga no solo ofreciendo grandes productos artesanos, sino poniendo un pequeño granito de arena para cambiar la experiencia de compra en una metrópolis como Madrid. Al final, cuenta Pepa, esto es mucho más que comprar una simple bufanda -por poner un ejemplo-: se trata de ir mano a mano de quien produce todos estos bienes artesanales con compleja maestría, para que la cadena de consumo sea más honesta, humana y respetuosa.