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La cocina vietnamita llega al barrio de Atocha por la puerta grande porque lo hace de la mano de Distrito 1, el hermano pequeño de Vietnam Express, todo un emblema de la culinaria del país asiático en el Yatai Market y en la zona de Chamberí. La esencia de este restaurante que ocupa una antigua taberna castiza de la que aún conserva su fachada de azulejos, continúa siendo la misma aunque han incorporado nuevos sabores y presentaciones. Eso sí, hay algo que no falla: productos 100% vietnamitas -de hecho llegan desde allí- que llenan de sabor las recetas más tradicionales de esta zona del sudeste asiático. Y es que, tal y como dice su lema: ‘stay Madrid, taste Saigon’.
Al frente de este proyecto está Linh Nguyen, una joven de la zona de Hanoi (norte del país) que, cuando llegó a Madrid, echó en falta la cocina típica de su país y se puso en marcha. En esta segunda sede ha contado con la ayuda de Lam Le, el cocinero encargado de darle forma culinaria a las ideas de Linh. Él es originario del sur, concretamente de la zona de Ho Chi Minh City -conocida como Saigon en Occidente- y, por ello, en los platos que podemos probar en este restaurante de la calle Delicias se entremezcla la gastronomía del norte y el sur del país.
Esto lo vemos directamente desde los primeros bocados. Nada como empezar por su Degustación de Nem que nos permite probar tres de los rollitos más típicos del país. Por un lado, los Goi Cuon, rollitos elaborados con papel de arroz -que traen de Vietnam- y que van rellenos de gambas, tofu y jamón cocido. A continuación, probamos los Nem Vietnam, rollitos fritos rellenos de carne picada de cerdo, marisco y algunas hierbas frescas. Lo habitual en el Sudeste asiático es degustarlo bien impregnado en salsa de cacahuete. Está pensado para comer envuelto en una hoja de lechuga y se puede acompañar de la salsa de pescado casera que llega a la mesa. El tercero de este trío es el Nem Hai San relleno de crema de marisco preparada con calamares, gambas y palitos de cangrejo y acompañado de una mayonesa con Siracha que tiene un apetecible punto picante. Para seguir abriendo boca pasamos al Bao de panceta, una mezcla de la cocina vietnamita y la costumbre castiza.
Después, en el capítulo de principales, hay que hacer una mención al Pho Bo, típica sopa vietnamita que es la preferida por muchos, sobre todo para lidiar con las bajas temperaturas de la calle. El pescado queda bien representado en esta carta gracias al Arroz blanco y salmón con salsa agridulce que sorprende por la salsa que acompaña a la preparación. Recurriendo a la receta familiar más clásica, aquí tampoco se puede saltar nadie el Curry verde con asado de ternera, carne muy, muy tierna y un curry suave que encaja en cualquier paladar. También protagonizado por la carne pero en este caso blanca, tiene el Pollo con verduras y champiñones que se acompaña de una salsa hecha a partir de nata.
El banquete lo cierra, cómo no, un postre. Aquí sus dulces beben directamente de la costumbre asiática y presentan sabores y formas peculiares. Si incluyes en tu comanda el Flan de coco, está garantizado que te vas a sorprender. Para bien, por supuesto. Al igual que los precios de su carta, muy comedidos, motivo extra por el que animarse a probar platillos y explorar toda la riqueza de la gastronomía vietnamita.