Tenemos la suerte de vivir en una de las ciudades con mayor oferta culinaria del mundo. Si nos lo propusiéramos podríamos dar la vuelta al planeta, degustando los platos típicos de cada país, sin necesidad de salir de Madrid. No hay un plato típico o que sea tendencia en otro país que no podamos encontrar en un restaurante de la capital. Una afirmación que ratificamos en nuestra última visita a Yatai Market. Allí descubrimos que en el puesto de comida filipina Pinoy-mixed sirven halo-halo, un batido muy popular en Filipinas con base de hielo y leche evaporada al que se añaden un montón de frutas y otros ingredientes. Habitualmente se toma en verano como postre o como merienda, y si has estado en el país seguro que has visto a la gente tomándolo en la playa tranquilamente pues, dado su tamaño y multitud de componentes, invita a tomarlo pausadamente, disfrutando en cada cucharada de la riqueza de sabores de este refrescante.
En español Halo-Halo se traduce como mezcla-mezcla. Y es que la receta de este singular postre consiste en eso, en mezclar numerosos y diferentes ingredientes consiguiendo que cada cucharada que tomemos sea diferente a la otra. En Pinoy-mixed lo preparan siguiendo la fórmula original, con productos importados de Filipinas, aunque se permiten alguna licencia para darle un toque aún más gustoso. Lo preparan directamente en una copa de cristal, a la que primero añaden hielo pilé, y después van añadiendo dados de gelatina de frutas, tapioca, nata de coco, pago (fruta de palma), plátano caramelizado, flan, leche evaporada, judías caramelizadas, ube (un tubérculo asiático de interior púrpura) y aguacate. En verano, para darle un toque aún más refrescante, el equipo de Pinoy-mixed reemplaza los dos últimos ingredientes por dos bolas de helados ube y de aguacate (elaborado por ellos mismos) que se añaden al final del proceso para coronar la copa. Para terminar, unos granos de arroz crocanti por encima para darle unas pequeñas notas saladas.
El resultado es realmente sorprendente, nada que ver con lo que hayamos probado previamente. La mayoría son sabores totalmente inéditos para nuestros paladares, desde el helado de ube hasta las judías caramelizadas que, en contra de lo que pudiera parecer, son los bocados más apetitosos. Y es que en el archipiélago filipino tienen la costumbre de incluir legumbres cocidas como las judías y los garbanzos en platos dulces, algo que por ahora es impensable en nuestro país. Por ello os animamos a abrir vuestra mente y vuestro paladar para explorar nuevos y exóticos sabores con los que podréis conocer, al menos un poco, la riqueza de la gastronomía filipina. El halo-halo es perfecto para ello.