‘Killing Couture’, moda retro hecha a mano

¡Los caminos de la moda son inescrutables! Para prueba, Ibone Álvarez, Elda Noriega y Saioa Fernández, tres amigas que, procedentes de ámbitos laborales tan dispares como el trabajo social o el teatro, han acabado dedicándose a ella por la ilusión de dar rienda suelta a su creatividad, de cumplir un sueño.

Y es que, tras largo tiempo pensando en ello, un buen día se lanzaron a dar el paso de reunirse para poner en común su (crítica) visión del mundo de la moda actual, pero también sus gustos y respectivos estilos, y ver qué podían sacar en claro de esa lluvia de ideas. El resultado de aquel cónclave fashionista fue todo un torrente creativo de la que salieron los primeros diseños de lo que, meses después, se convertiría en su propia firma de ropa.

Sin prisa pero sin pausa, Ibone, Elda y Saioa comenzaron mostrando esas primeras creaciones al público más cercano, y vieron que gustaban. Gustaban mucho. Así que, pasito a pasito, siguieron avanzando hasta dar vida a Killling Couture. Inspirada en los años 40 y 50, la estética retro es el hilo conductor de todas sus colecciones. Si bien, cada una de ellas se concreta a su vez en algún tema particular, como puede ser el navy, el deportivo, el de amazona o hasta el country, al más puro estilo Dolly Parton. De hecho, este último es el preferido de las tres socias, así que, de una u otra manera, intenta que esté presente en cada temporada.

Para su actual colección, Killing Couture ha bebido de la televisiva Mad Men y, así, presenta diseños elegantes y cincuenteros, entre los que no faltan tops súper ajustados, camisas con caída, faldas de tubo o vestidos con vuelo. Aunque menos extensa que la de las féminas, también existe una línea masculina, centrada, generalmente, en la camisería.

La marca, que rinde homenaje a la costura clásica por su trabajo artesanal, elabora manualmente las prendas en su taller del barrio de La Latina, con tejidos nuevos y antiguos, pero siempre, dentro de ediciones limitadas. Allí, además de hacer las tallas estándar que se venden en La Integral y en su tienda online, se puede acudir (con cita, eso sí) para ver los muestrarios, probarse los modelitos y pedir los ajustes deseados de la prenda en cuestión. La personalidad de la firma, su particular estilo y la posibilidad de adaptar los patrones ha permitido a Killing Couture conquistar a clientas a las que les gusta el moderneo y el rollito retro que se gasta; sí, pero sobre todo que saben valorar su meritorio trabajo hecho a mano. Bravo por ellas.