Quien ha probado un helado en Sicilia sabrá que hay pocos lugares en el mundo donde este manjar veraniego esté tan bueno. Lo mejor es que desde que Zúccaru (Vergara, 16 <M> Opera) abrió sus puertas en la plaza de Ramales ya no hay que desplazarse hasta la isla italiana para catarlos.
Esta pequeña heladería take away nace reproduciendo fielmente el concepto de las heladerías del sur de Italia, con una oferta típica de la región de Sicilia que incluye, además de sus estupendos helados 100% naturales, sin conservantes ni colorantes, otros productos como horchata, babbà (dulce típico de Nápoles), tiramisú, espresso, affogato –un café espresso coronado con una bola de helado–, cannolo –dulce típico relleno al momento con ricotta o helado–, granizado o granita de limón natural –servida en el desayuno con un brioche, típico de Catania– y su producto estrella, el brioche gelato: una especialidad de Palermo que consiste en un pancecillo de leche relleno con dos bolas de helados.
Los amantes de los helados encontrarán aquí un amplio abanico de posibilidades para dar rienda suelta a sus golosos paladares, con sabores que van desde los clásicos (fresa, limón o café) a otros de frutas exóticas (mango, maracuyá, guanábana) y alguno que otro inspirado en la cocina italiana, como el sorprendente y adictivo helado de tiramisú o el refrescante Zúccaru, sabor de la casa, con notas de albahaca, cítricos y apio. Y como buena heladería siciliana que es, entre sus propuestas también encontramos el famoso helado con pistachos de Bronte –conocido como el oro verde de Sicilia–, una variedad con Denominación de Origen que crece en las laderas del volcán Etna y que sus dueños, Rossana y Juan, importan directamente para la elaboración de este hit.
Cabe destacar que Zúccaru (traducción de azúcar en siciliano y palabra que sirve para referirse a alguien bonachón, similar a ‘pedazo de pan’) trabaja en su gran mayoría con productos de kilómetro cero, lo que garantiza una mayor frescura y calidad en los productos finales. Además, cuentan opciones para celíacos e intolerantes al gluten o a la lactosa, así como helados y postres sin azúcar edulcorados con Stevia o 100% veganos. Rasgos que hacen de esta heladería un negocio responsable y que queda también patente en otros aspectos de la restauración, como en la utilización de envases y cucharillas biodegradables proveniente de material reciclado o de bosques de tala responsable. A ponerse las botas toca.
Helados: piccolo 2,8€, normal 3,6€, grande 4,4€. Cannolo con ricotta o helado 1,8€. Brioche gelato 4,5€. Tiramisú 4,5€
De martes a viernes de 15 a 23h, sábado de 12 a 01h y domingo de 12 a 23h
Vergara, 16[/tab]
Ópera*Fotos Alfonso Ondarroa