El completo e instagrameable brunch de ‘Bloom’

El brunch de Bloom, es tan instagrameable como su local. El menú es prácticamente idéntico al de los otros desayunos tardíos que ofrecen en los gastrobares de Salvador Bachiller, aunque aquí se cuidan mucho más si cabe las presentaciones, las vajillas en que se sirven los platos, las tazas de porcelana de los cafés y la cristalería para las bebidas y cócteles. Todo está perfectamente ideado para conquistarte por la vista, mucho antes de que llegue a hacerlo por el estómago, que también lo consigue. Y todo ello a un precio más que aceptable, motivo por el que la buena pintaza nos sabrá siempre algo mejor.

En cuanto al menú, este se abre con uno de los cócteles clásicos del brunch, mimosa o bloody mary (o zumo de apio o remolacha, para los que quieran evitar el alcohol), a los que suceden, según se prefiera, un plato salado y otro dulce a elegir entre las diversas propuestas que figuran en la carta. En el capítulo salado, encontramos opciones para todos los gustos y apetencias, desde los inevitables Huevos benenedictine a un Poke bowl de salmón, incluyendo incluso uno de los platos estrellas de la carta del restaurante: las Crepes de tapioca, rellenas de mozzarella de búfala, tomate y salsa de pesto.

Ya en el apartado dulce, los golosos van a encontrar propuestas tan tentadoras como el Gofre con plátano y dulce de leche o las Tortitas acompañadas, bien de frutos rojos (nuestra elección), o bien de chocolate con el que poder empaparlas antes de echárselas a la boca. Aunque también hay alternativas para los que quieran formar un menú más healthy o moderar el consumo de calorías. En este caso es obligado el Bowl de açai (la fruta del Amazonas considerada elixir de juventud) que no solo aporta un montón de beneficios, es que además está riquísimo.

Por un suplemento adicional, se puede ampliar el menú con smoothies de frutas y verduras, y batidos de yogur o helado, muy fotogénicos estos últimos también. Pero, ya te aseguramos, son opcionales y solo para aquellos que llegan con un apetito voraz: el menú es suficientemente generoso como para tener necesidad de pedir más platos o bebidas adicionales. Otro a punto a su favor es el horario, pues se puede solicitar todos los días, de lunes a domingo, siempre que lo hagamos entre las 11 y 13h.

Solo un último consejo antes de finalizar: cuando tengas que escoger mesa procura hacerlo siempre en la planta de abajo. En la «terraza» a pie de calle, aunque cuenta con luz natural, hay demasiado ruido por el incesante tráfico de la calle Alberto Aguilera y lo que debería ser una apacible experiencia puede terminar convirtiéndose en una pesadilla. Por lo demás, de lujo.