‘Arrogante’, el italiano más fiestero de la ciudad

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Podríamos dar un «Raffaella Carrà sello de aprobación» a Arrogante, el hermano italofestivo de Salvaje, que desde el barrio de Salamanca dinamita las noches madrileñas a base de pasta, pizzas y un show que convierten la cena en un divertido pasacalles, capaces de coquetear con el circo, la ópera y los malabares en cuestión de minutos.
Con lo italiano por bandera y con la bienvenida circense de su decoración donde tiovivos, tenores-camareros y clowns convierten las cenas en parte del espectáculo más grande (de Madrid). Detrás de Arrogante están Fermín Azkue, chef ejecutivo de Salvaje, un japo cargado de fusión que ya nos encandiló; y a los mandos de la barra está Borja Goikoetxea, que inflama con sus cócteles la ya de por sí carburada noche capitalina con tragos como Bella Ciao, servido en el busto de un David de Miguel Ángel, o el Circus Punch, que aparece en la mesa atado a un globo.
Una Italia gamberra, divertida y desenfadada que se traslada a la cocina bajo lo que bautizan como ‘Atypical italian’, jugando con las presentaciones en la búsqueda de la complicidad con el comensal. Sin embargo, con la materia prima no se juega y aquí se ponen serios. Los quesos, directamente de proveedores transalpinos, llegan cada dos días y las carnes y embutidos cada tres. Vamos, que casi llevan la tinta del visado aún fresca.
Entregarse así a la fragante Mozzarella di Buffala (una pieza de 300g, perfecta para compartir) es necesario, que se lleva de maravilla con otro de los entrantes de la carta como el Carpaccio de gamba roja de Dénia, y que sirven para, como si del más difícil todavía, se suceda una cocina italiana sincera mientras el eurodance se apodera de los altavoces.
Pappardelle de short rib -fundamental- , lo mejor de dos mundos fundido en unos Spaguettoni Cacio e Pepe con tartar de carabinero dan consistencia a esta sucursal transgresora de lo italiano que, por suerte, en la mesa se comporta de maravilla, desde los entrantes a los postres (tampoco os perdáis de vista el Amore Eterno o el Pistacchio da fiera).
Purismo también hay en sus Rigatoni carbonara o en el juego que las pizzas, horneadas al estilo napolitano, se convierten en las amasables embajadoras de la mejor forneria italiana. Si tienes que elegir una, apúntate la pizza Bolonia (mozzarella, stracciatella y mortadella), aunque la duda entre Bolonia y Tartufo (crema de queso y trufa fresca) será como elegir entre a quién quieres más, si a papá o a mamá.
De hecho, seguro que los padres de más de uno firmarían una cena en Arrogante, cuyo hilo musical es capaz de presentar un 11 inicial de garantías en torno a uno de los productos mejor exportados de Italia: los cantantes melódicos.
Eros Ramazzotti, Nek, Tiziano Ferro, Mina, Umberto Tozzi o Zucchero (Julio Iglesias llegó a colarse en la playlist con la versión italiana del ‘Ey’) avalan los primeros minutos de la noche. Aunque el frenesí va subiendo progresivamente con música electrónica actual a cargo de dj’s hasta ya bien entrada la madrugada (cierra todos los días a las 03h) que, eso sí, no pierden la ocasión de pinchar algún temazo del eurodance italiano más clásico.