Quizá en la intimidad de tu casa y con un plan de película y amigos, las cervezas y las pizzas corran como la pólvora por el salón. Pero no se había visto que un bar de Madrid se dedicara exclusivamente a eso, a servir cervezas y pizzas, ahora que en Brew Wild Pizza Bar las primeras son artesanas y las segundas sicialianas, un maridaje perfecto que se sirve en un enclave histórico de la calle Echegaray.
Y es que las pizzas permiten tantas combinaciones y las cervezas artesanas tanta variedad que siempre aparece el dúo perfecto. Esto es lo que pensó el grupo que ha montado Brew Wild Pizzas Bar: Carlos Álvarez, un instagramer especializado en cerveza y motor del proyecto, unos cerveceros nómadas (La Quince Brewery), una tienda de cervezas (Labirratorium) y un chef siciliano de los que quedan pocos. Cuatro miembros unidas por el azar y por las redes sociales (principalmente) que han sacado partido a su pasión.
La carta es sencilla, una tabla de quesos, otra de cecina y una docena de pizzas. Todo es casero y la masa, como pocas, con harinas cien por cien italianas que el mismo Antonino Addan, pizzaiolo siciliano del Brew Wild, amasa cada día y deja fermentar 48 horas para que en boca resulte ligerísima. Por encima, ingredientes en un 80% italianos que forman desde pizzas clásicas a otras recetas ideadas especialmente para este local. Entre las primeras está la Margherita, y muchos se preguntarán por qué una pizza tan sencilla siempre está presente, la respuesta es porque en Italia no hay restaurante que no la tenga en carta, es un básico con mucho público porque si es buena, es un bocado sencillo y rico. La 4 fromaggi da buena cuenta de la materia prima que se maneja en este bar: queso emmental, gorgonzola, parmesano y mozzarella Fior di latte, la mejor del mercado. Y como con los quesos, sucede con lo demás, la que lleva panceta, lleva panceta de la buena y no bacon; las verduras de la vegetal son frescas y del día, igual que el aguacate que acompaña a la de salmón (incorporados en frío a la pizza, que nadie se asuste).
Pero los hits de este bar son la Brew Wild Pesto, de mozzarella y provolone mezclados con un pesto ligero, lleno de sabor pero que no deja esa sensación de pesadez al comerlo, y por encima lonchas de panceta. Y la Nduja!, de tomate, mozzarella y nduja, que es una especie de sobrasada calabresa picante. Hay que decir que a Antonino le encanta el picante, de ahí que haya puesto especial cuidado seleccionando el salami italiano de la Diavola y que siempre tenga un bote de picante a mano para quien comparta su afición.
El sitio invita a divertirse. La entrada es una cristalera abierta en cuyo flanco derecho se encuentra una barra con 15 grifos de cerveza artesana, desde una IPA ligera, a una negra bien contundente, pasando por un afrutada con toques salinos e incluso una con chili ahumado. Carlos te ayuda, te pregunta tus gustos y te da a probar para que escojas la que mejor se adapta a tu paladar y la pizza que has solicitado. En la planta de abajo, unas cuevas intactas del siglo XVII formando un salón con varias estancias separadas de forma natural y perfectas para cenas en familia o con amigos, para eventos privados y para las catas y actividades que realizan los del Brew. Aquí la actividad no para y todos son bienvenidos, también los artistas que quieran colgar sus obras en sus paredes.
* Fotos Paco Montanet