Nos gustan los veranos que huelen a salitre y se viven junto al Mediterráneo, con largas jornadas de sol y de playa, con risas compartidas y paseos al caer el sol con la brisa de la costa refrescando las noches. Dejar la ajetreada capital y sus prisas para encontrar lugares donde relajarnos y cuidar de nosotros mismos. Y una escapada en la que podamos dejarnos llevar por la propuesta cultural y de ocio porque, pudiendo tener playa y turisteo, ¿para que vamos a elegir? No hay que viajar muy lejos para encontrar una ciudad que reúna ambas cosas: Gandía. Un lugar en el que ver monumentos, disfrutar de la buena gastronomía, descubrir parajes naturales y tomar el sol en una de las mejores playas de la Comunitat Valenciana.
El mar y la calma convierten a Gandía en un lugar ideal para olvidarnos del estrés visitando alguna de sus playas naturales, como la de Venecia, Rafalcaid y d’Ahuir, o su conocida playa de Nord, un referente en el turismo de costa gracias a sus tres kilómetros de arena fina, unas aguas limpias y sus irresistibles chiringuitos. También podemos optar por recorrer el casco histórico de la ciudad y sus monumentos más importantes (Palau Ducal dels Borja, La Colegiata de Santa María…) o calzarnos las botas de montañas para recorrer su entorno natural y paisajístico. En lugares como el marjal de La Safor o el paraje natural del Parpalló podremos respirar aire puro y observar una paleta de colores que cambia a nuestro paso.
Elijas el plan que elijas, lo más seguro es que tras un largo día te rujan las tripas. También puede ser una excusa para degustar la excelencia de su cocina tradicional y de las recetas elaboradas con productos del mar y de la huerta que han situado a la ciudad en el mapa gastronómicos de los amantes del buen comer. Lo que está claro es que no puedes irte de Gandía sin probar su plato estrella: la fideuá. El secreto de este plato típicamente mediterráneo y cuya historia se remonta principios del siglo XX lo encontramos en la lonja del Grao de Gandia, donde cada día llevan los pescados que servirán para elaborar el fumet o caldo que añaden a los fideos, junto al rape, las cigalas, la galera y las gambas.
Además de por su increíble sabor, la popularidad del plato se da gracias al Concurso Internacional de Fideuà de Gandia y Gastronomía, que se celebra desde 1974 y que reúne a chefs nacionales e internacionales con el objetivo de buscar la mejor receta del año. Un evento tan interesante como la historia del origen del plato, que es desde luego digna de contar. La fideuá nació por casualidad gracias a unos marineros que salían a faenar con su barca pesquera, la Santa Isabel. El cocinero de la embarcación quiso preparar una paella de marisco y a la hora de añadir el arroz al sofrito se dio cuenta de que no le quedaba en la despensa. Debido a este percance tuvo que ingeniárselas para hacer la paella con lo que tenía más a mano, y añadió unos fideos de pasta. ¡El resultado ya lo conocemos!
Está claro. Nuestra próxima parada este verano será GANDÍA. Tiene correspondencia con todas las líneas de playa, arena y sol. Y su recorrido incluye parada en los mejores lugares para degustar una exquisita fideuá. Además, está mucho más cerca de lo que suponniás pues Renfe dispone de una línea diaria directa Madrid – Gandia, de junio a septiembre.
Nosotros te hemos contado lo imprescindible, pero Gandía es mucho más. Para descubrirlo y no perderte nada puedes echarle un ojo a la revista digital Visit GANDIA. Si decimos que son las vacaciones que nos merecemos, será por algo.