El escenario es difícilmente superable. Cae la tarde y la luz va sucumbiendo tras el Palacio Real y la silueta de un caballo rampante sobre el que se erige Felipe IV. La Plaza de Oriente es y nunca dejará de ser uno de los rincones más bonitos de Madrid. Y precisamente allí acaba de abrir un nuevo local del grupo Lezama (Café de Oriente, Taberna del Alabardero, La Mar del Alabardero, La Botillería…) que suma un motivo más por el que creer en esta plaza como punto de encuentro gastronómico. Y lo hace con un local que nada tiene de tradicional, que rompe con los cánones de barra de tapas al uso y que propone la coctelería como un más que apropiado compañero de picoteo.
Raw Bar (Plaza de Oriente 6. <M> Ópera) es un homenaje al mar. En interiorismo, en producto y en concepto. Ocupa la planta de calle del también nuevo restaurante La Lonja (donde reservar si se quiere disfrutar de una cocina de pescados y mariscos frescos, sin artificios) pero con un concepto muy distinto. Bueno no tanto, pues comparten el mimo por el producto y un amable y simpático servicio, que tras la espectacular barra de Crión que parece ondear como el mar, asesora y vive la experiencia con el cliente mano a mano. Sobre ella se puede disfrutar, por ejemplo, de un tataki de atún rojo con soja y yuzu, un ceviche de lubina y calamar con espárragos crocantes y rábanos o de carpaccio de gamba roja del Mediterráneo. También ostras, salazones artesanos, ahumados trabajados en la casa y marisco fresco al peso.
Una clara propuesta de cocina cruda que llega con el ánimo de ser armonizada con cócteles. ¿Por qué no un Negroni Sbagliato (revisado, en el que se sustituye la ginebra por cava o champán) con un tartar de atún? Lo mejor es dejarse guiar por Pierpaolo, Fernando y demás equipo. La carta de coctelería tiene más de 20 entradas pero las posibilidades son ilimitadas sobre la barra de Raw Bar. Que, por cierto, abre todos los días de forma ininterrumpida
Precio: media a la carta, desde 20€; cócteles desde 8€. Más información en la web de Raw Bar.