Guillermo Mora llena de metáforas visuales la Sala Alcalá 31

Una ruptura entre las referencias espaciales y visuales. Sobre este concepto se asienta ‘Un puente donde quedarse’, la nueva exposición de Guillermo Mora, quien ha generado un nuevo lenguaje artístico a medio camino entre la escultura y los espacios pictóricos. Valiéndose de metáforas visuales, el artista madrileño ha diseñado una gran instalación que se nutre de la propia arquitectura de la Sala Alcalá 31 (Alcalá, 31) y que abarca todo su espacio.

Comisariada por Pía Ogea, la muestra reúne más de 40 piezas dispuestas en doce módulos que dialogan con la arquitectura de la galería e inciden en la concepción del entorno. Además, cruzan el espacio de izquierda a derecha y de arriba abajo, redirigiendo la mirada del espectador. De esta forma, Guillermo no sólo plantea una propuesta cromática atrevida, sino que también lleva al visitante a experimentar y transitar nuevas vías artísticas. Y a ello se suma un juego visual entre lo macro y lo micro, entre lo expansivo y lo reducido, que reflexiona sobre los límites tradicionales de la pintura.

‘Un puente donde quedarse’ podrá visitarse hasta el domingo 24 de julio de forma libre y gratuita. Además, de martes a viernes hasta el viernes 17 de junio, se ofrecerán talleres para grupos y colectivos y los viernes 3, 10, 17 y 24 de junio y 1 de julio a las 18h habrá talleres intergeneracionales. Podéis inscribiros en la web de la web de la Comunidad de Madrid.

Sin duda se trata de una oportunidad para enriquecer la mirada del amante del arte y deslumbrar a cualquiera que se pase por el espacio.