Al pasar por este esquinazo con ventanales a pie de calle del que emana olor a pan recién horneado y bollería artesanal, casi podríamos decir que nos encontramos en alguno de los barrios de moda de Copenhague o Berlín. Pero no, estamos en la calle Esgrima de Lavapiés, y lo que vemos es el nuevo proyecto del grupo Pum Pum, responsables del Pum Pum Café, un auténtico referente del momento brunch en el barrio, y Pizza Posta. Es más, este es su local más antiguo, el que alberga el obrador donde se elaboran todos los productos que, desde su desembarco en el barrio, sirven en todos sus establecimientos, y que, dadas sus dimensiones y su estratégica ubicación, ha sido sometido a una inteligente remodelación para convertirlo en el café urbanita que es ahora.
Pum Pum Bakery es el nombre de este espacio de estética industrial que aúna funcionalidad y calidez a partes iguales (la recuperación de las vigas y columnas de madera, entre otros elementos, contribuye decisivamente a ello). Así, en la parte de la entrada se ha ubicado una mesa gigante de madera donde se exhiben todas sus piezas de bollería, más unos estantes de metal con las barras y hogazas de pan para la venta al público. Mientras, atrás, en la zona que ocupa el obrador, se ha creado un amplio salón con mesas de madera y sillas de colegio de color rosa que invita a sentarse a disfrutar de todas las maravillas que a diario salen de su horno. Una vez allí tenemos el difícil reto de decidir qué nos pedimos.
Cinnamon rolls, pains au chocolat (napolitanas de chocolate), morning rolls con deliciosos rellenos, appelstrudels, bizcochos de zanahoria o plátano, tarta de queso al horno, sugar sticks, brioches, brownies… El catálogo, además de inmenso, es de lo más tentador; pero si hay un bocado ante el que todos caen rendidos ese es su croissant de mantequilla. Lo elaboran con sumo cuidado, pieza a pieza, con harina ecológica y una generosa dosis de mantequilla francesa (83%) que explica ese toque súper crunchy que pocas veces habíamos visto antes. Ya la versión tradicional es increíble, pero los que incluyen relleno son sencillamente extraordinarios. Especialmente los de praliné con almendra laminada y los de pistacho y matcha, su mayor hit, lo que explica la popularidad de este obrador tanto dentro como fuera del barrio (su servicio de delivery tiene cada vez más clientes) y las largas colas que se forman a la entrada los fines de semana. Son adictivos, lo advertimos, de ahí el lema que reza en los artículos de merchan que también venden el establecimiento: ‘Sex, drugs & croissants’.
Y es que empezar el día con un croissant de Pum Pum Bakery ya te dispone a afrontar la jornada con otra actitud. Al igual que sucede con su famoso y asequible brunch (el mismo que sirven en Pum Pum Café y La Casa Encendida) o los panes de masa madre, elaborados con harinas ecológicas integrales, que con tanto mimo preparan aquí. Aunque no son los únicos productos artesanales que el equipo que Papo Kling, fundador del proyecto, despacha en este café-obrador. Junto a su muestrario de joyas reposteras, figuran también mermeladas caseras, caviar de aceitunas negras, chimichurri bio o kombucha orgánica, productos que si no te es posible comprar allí también pueden llevarte a casa en uno de sus packs artisan bio. Una línea de negocio que gana cada vez más peso después del éxito de sus ‘Survival kits’, cajas con una selección de piezas (a elección del cliente) que venden a través de su tienda online y envían por todo Madrid (también realizan envíos fuera de la ciudad si el pedido supera los 50€). Y es que cuando las mimbres son buenas y los resultados tan convincentes no debe haber fronteras para llegar al máximo número de clientes.
EL IMPRESCINDIBLE … no es cuestión de repetirse, pero sus croissants y napolitanas de chocolate (pains au chocolat) son extraordinarios
A TENER EN CUENTA… Tanto si haces pedido online como take away, sus responsables recomiendan que no nos cortemos a la hora de pedir croissants. Estos pueden conservarse largo tiempo congelados y, una vez se descongelan, estarán tan buenos y crujientes como recién hechos