‘Haranna’, deco vintage, firmas de diseño y mucho más en Malasaña
Haranna es, efectivamente, una fiesta. Y no lo decimos sólo por el buen rollo con el que nos recibe Noelia Dorado, propietaria de este espacio en la calle Ballesta. Lo notamos también porque no hay ni un sólo rincón de las dos plantas que ocupa esta tienda que no nos provoque alguna emoción. Desde mobiliario y decoración vintage hasta ropa de diseño, marcas emergentes u objetos únicos que nunca pensaste que existían. Aquí hay que venir dispuesto a quedarse con la boca abierta y a dejarse llevar, claro, que por algo se trata de una fiesta.
Según entramos a este local malasañero nos recibe la parte dedicada a la moda, los diseñadores asentados y algunos emergentes en los que prima la calidad. Entre las marcas más destacadas están. por ejemplo, Leo in Town, unas gafas de sol de inspiración retro que llegan desde Grecia y tienen un precio muy asequible. Llaman la atención también las boinas de Shanghai Tofu, que referencia la cultura pop china, con una frase sarcástica serigrafiada en todos sus productos. De inspiración vintage y especializadas en vestidos, dos marcas londinenses que lo petan en los ambientes más bohemios: Sister Jane y Ghospell. Desde el otro lado del mundo (de forma literal) llegan las originales joyas de la australiana Annabelle Hardie o ese maravilloso mix entre botas militares y botas de agua que crean los argentinos de Dos61.
Ya dentro de nuestras fronteras, Noelia también da espacio en su tienda para diseñadores de aquí. Es el caso de las prendas oversize y minimalistas de la firma madrileña Longway Apparel y también de otra propuesta capitalina conocida por el público más independiente: Xo Collections con esas ‘camisas de la abuela’ que nos vuelven locas. En Haranna encontramos las cazadoras unisex de Noble Archive, una firma sevillana que ya es todo un éxito. Desde Barna, por su parte, llegan las prendas con rollazo de Loidi y desde Valencia, Botó de Cotó conquista con sus mochilas sostenibles hechas a mano. En lo que a joyería se refiere, destacan los elegantes pendientes geométricos de Pena Jewels y las piezas únicas de Meteoro. Y para completar el look, una cazadora vaquera pintada a mano de Alabama Banana o los sombreros de los madrileños Muunt Hats.
LO VINTAGE EN VENA
A Noelia el buen gusto y la pasión por lo vintage le corren por las venas. Sus padres ya se dedicaban al mundillo de la decoración y ella lo ha mamado desde la cuna. De hecho, una buena parte de lo expuesto en la imponente planta baja del local son objetos que sus progenitores han ido recopilando después de muchos viajes y así, lo ecléctico está asegurado. Cuando le preguntamos a ella por los objetos más especiales que se guardan en esta planta baja, nos dice que cada uno tiene su encanto y su historia pero, sin duda, llaman la atención una antiquísima bola de bingo que apenas acertamos a descubrir de qué se trata y una radio con casette recién llegada de los años 80 y con unos curiosos neones en su interior.
En este mismo espacio, rodeados de objetos tan especiales, se organizan una vez al mes Sofar Sounds, una experiencia única en la que vivir la música en directo muy de cerca. Nació en Londres y cuenta con unas cuantas sedes en Madrid, entre las que encontramos Haranna. De hecho, aquí, es un sofá vintage -como no podía ser de otra forma- el que acoge estos conciertos íntimos, cuyos protagonistas son sorpresa hasta el comienzo del espectáculo. También en esta parte, hacen otros eventos con influencers, también microteatros, jam sessions y todos los primeros domingos de cada mes organizan el Wild Haranna, un shopping salvaje y distendido en el que hay un dj dispuesto a hacer pasar un buen rato a todos los asistentes.
EL SECRETO CINEMATOGRÁFICO DE HARANNA
Además de estas dos facetas que hemos citado anteriormente, Haranna tiene aún una cara más. Sí, ya advertimos que es un torbellino de sensaciones y esta es, quizás, la más sorprendente y divertida. Una parte de lo expuesto en la tienda forma parte de figuras de atrezzo que ellos alquilan para rodajes. Así, hay algunas destinadas a los efectos especiales como una extraterrestre de grandes dimensiones (2,5 metros para ser exactos) o unas minas bélicas que recrean a la perfección las reales. Además de la cebra-dromedario que es ya la imagen más representativa de Haranna, también cuentan con una cabeza de rinoceronte que ya ha servido de leitmotiv a algún shooting publicitario. Pero no solo de pelis de acción vive el hombre y eso bien lo saben aquí. Por eso, alquilan algunos elementos rescatados directamente de un sorprendente baúl de los recuerdos. Por ejemplo, llama la atención un secador de pelo sesentero (rollito Cuéntame) o un auténtico traje de luces.
Y es que, tal y como avanzamos al principio, esto es una toda una fiesta creativa. Una auténtica Haranna.
