Todas las acepciones son válidas para referirse a él: vermouth, como se denomina en Francia; vermut, el término alemán con el que se refiere al asenjo, uno de los ingredientes con que se macera; vermú o vermut, los dos términos aceptados por la RAE. Estamos hablando de un vino de hierbas tan antiguo como la civilización, que se hizo popular como estimulante del apetito, propiedad que lo convirtió en sinónimo del aperitivo en toda Europa, especialmente en Italia, Francia y España, los países donde más arraigo tiene la cultura del vermú. En Madrid, ‘tomar el vermú’ -como nos gusta llamarlo a los madrileños- ha dejado de sonar a tradición para significar tendencia. Todo un reclamo para los locales más de moda de la capital que utilizan las distintas marcas de vermú, calidades y presentaciones para atraer a los nuevos adeptos a este brebaje, válido tanto como aperitivo al mediodía, preámbulo para la cena o como base para sofisticados cócteles. De Chamberí a La Latina, hacemos un repaso por las nuevas direcciones dónde tomar el vermú en Madrid.
LA MINA
Una de las tabernas más legendarias de Chamberí (abierta al público en 1949), aunque recientemente ha remodelado su estética para adecuarse a los gustos de los más jóvenes del barrio. Lo que no ha cambiado es su apuesta por el vermú, ahora nexo de unión entre su público de siempre y la nuevos parroquianos. De marca tradicional, Iris Dorado, y precio económico, pero presentación elegante, vaso de whisky redondo. En General Álvarez de Castro, 8 (<M> Iglesias). Precio: 1,80€.
SOT
La vermutería de Arola SOT: Que un cocinero de la talla de Sergi Arola dedique en su nuevo y experimental espacio gastronómico un córner dedicado al vermú es la mejor prueba del protagonismo que está adquiriendo esta bebida. En él, 15 de las mejores referencias del mercado, con las que el barman Francisco Camino se atreve también a elaborar singulares cócteles. De su catálogo elegimos el vermú De Luna Reserva, que aquí se presenta con una banderilla con kumquat y cerezas al marrasquino. La carta contiene numerosas y apetecibles opciones para maridar, desde anchoas y boquerones hasta una nueva versión de su célebre bocata de calamares. Precio: 4,50€.
LA PÍCARA
Una taberna de estética clásica pero sabor contemporáneo. De los tres grifos dorados que coronan la barra elíptica de La Pícara (Cardenal Cisneros 39, <M> Bilbao), uno está consagrado al vermú, Arlini para más señas (de Bodegas Arloren, Murcia). En vaso caña, se deja acompañar tanto por una tapa de aceitunitas como por unos chips de patatas violeta. Precio: 1,80€
LA CARMENCITA + CELSO Y MANOLO
Pocos metros separan La Carmencita de Celso y Manolo, en Chueca. Dos tabernas con historia que viven una segunda y exitosa etapa de la mano del empresario Carlos Zamora. Ambas realizan un decidida apuesta por el aperitivo con vermú, aunque ¡ojo! en este caso se trata de un vermú excepcional: artesanal, procedente de la comarca del Priorat donde ha sido macerado con un centenar de hierbas aromáticas de la zona, y envejecido en barricas de roble. Se sirve en copa de cocktail, con rodaja de naranja, dos aceitunas (una extremeña y otra de Campo Real) y una guinda roja en el fondo. Con un plato de rabas santandereñas el plan es insuperable.
LE COCÓ
En Le Cocó no son ajenos al ‘fenómeno vermú’, lo que les ha llevado a incorporar a su barra una de las mejores marcas del mercado, De Luna Reserva. Perfecto tanto para acompañar alguno de sus pinchos de barra como para abrir el apetito antes de sentarnos a la mesa. Precio: 4€.
TIPOS INFAMES
Libros, vinos y, (ahora también) vermú. En Tipos Infames (San Joaquín 3, <M> Malasaña) reivindican el vino macerado como acompañamiento a una buena lectura o, simplemente, para degustar mientras desconectamos del ajetreo de la calle. En su mostrador, dos variedades: Morro Fi, de sabor más tradicional; y Casa Mariol, más especiado y suave, con un sabor más parecido al fino. Nos quedamos con el segundo, Precio: 2,5€.
LA DOMINGA
El espíritu tabernario de La Dominga (Espíritu Santo, 15) no sería tal sin su vermú de grifo. De Bodegas Yzaguirre, otra casa infalible. Durante el verano, el brebaje está presente en una de las sangrías de la casa, elaborada con vino tinto, zumo de naranjas y un toque de vermut. ¡Y lo bien que entra! Precio: 2,50€
COCO BAR
A pesar de su estética hawaiana y su público hipster, Coco Bar (Espíritu Santo 38, <M> Noviciado / Tribunal) no renuncia a contar con un buen vermú. En este caso, un Olave rojo. La combinación con sus Pollo Coco (pollo al curry con bolitas de manzana y patatas empanadas con nachos) es total. Precio: 2,50€.
VERBENA BAR
Empeñados en convertir lo castizo en trendy, el Verbena Bar va más allá del clásico vermú de grifo, que lo hay. Sus artífices han recuperado el clásico ‘yayo’ de Casa Camacho (mini con vermú, ginebra y casera) pero en formato verbenero al que han denominado ‘viejoven’: un vaso pequeño con vermú de la casa (Zecchini), ginebra Giró (de Mallorca) y un chorrito de soda. Se entiende por qué la hora del aperitivo aquí es hora punta. Precio: 1,50€; el ‘viejoven’ 2,50€.
DE RODRÍGUEZ Y SALAS
Emilio Salas e Ismael Rodríguez quieren hacer de su espacio en el barrio de Las Letras una vermutería moderna. Un lugar que rinda culto al aperitivo con tapas sabrosas y creativas que tenemos oportunidad de maridar con diez clases diferentes de vermú (italianos, franceses y españoles), que sirven también de base para originales cócteles. Los domingos, la quedada para el vermú en De Rodríguez y Salas (Del Prado 15, <M> Antón Martín) se convierte en toda una fiesta, con sesiones de DJ y un ambiente increíble que se prolonga hasta bien entrada la noche. Precios: 3,5 – 7€.
EL APERITIVO DEL CORAZÓN
El vermú no puede faltar en una tasca de barrio como El Aperitivo del Corazón, en el barrio de Lavapiés. Es de grifo y de marca popular, Miró. Sobre la barra, un sifón de los de antes, para los que prefieren tomarlo con soda para suavizar el trago. Un último consejo: su ensaladilla rusa es sencillamente espectacular. Precio: 1,80€
EL COLMAO
Otro bar que se decanta por el infalible Miró, aunque nos los sirven en en vaso de whisky de Duralex, de los de toda la vida. Y secundado por una banderilla de encurtidos, ¡detallazo!. Los precios, como es norma en El Colmao, también de los de antes: 1,50€