‘Wakka’: sushi, dim sum y platos fusión
Habitualmente los aficionados a la cocina asiática tienen una lista con sus restaurantes chinos favoritos y otra con los japoneses. Rara vez un restaurante que integra en su cocina recetas de países asiáticos diferentes suele incluirse en ninguna de estas dos listas porque -ya lo dice el refrán- «quien mucho abarca poco aprieta». Eso creíamos al menos hasta la llegada de Wakka (Asura 7, <M> Arturo Soria), un restaurante en el barrio de Arturo Soria donde vamos a poder disfrutar por igual de la culinaria de ambos países y, además, un ambiente cosmopolita y disfrutón que hace que cada visita se convierta en una experiencia única.
Las decoración es una auténtica pasada y, lejos de seguir las tendencias del momento, tiene una personalidad y estilo propio. Las puertas, custodiadas por dos panteras, dan la bienvenida a un amplio local de 350 m2 de techos altos y grandes ventanales que inundan el espacio de luz. En el interior, muchos elementos orientales como la cortina de dragón que rodea la barra, las luces de neón, los sillones de terciopelo y el mural de letras japonesas de bambú hacen de este espacio un lugar 100% instagrameable. Además, el restaurante cuenta con una gran terraza decorada con murales de colores y luces que dotan a esta zona de una atmósfera muy especial.
La propuesta gastronómica, como avanzamos, se inspira en las dos gastronomías más conocidas de Asia, la japonesa y la china. De la primera toma básicamente los bocados más populares de sushi (niguiris de anguila, pez limón con guacamole, huevo de codorniz y trufa, rolls de cangrejo de concha blanda, temakis rellenos), mientras que de China ha preferido centrarse en las recetas de la cocina cantonesa (sur de China) con un buen surtido de dim sums, baos y gyozas mayoritariamente. En este último capítulo encontramos algunas piezas elaboradas con productos tan nuestros como el rabo de toro o el pollo en pepitoria que evidencia que en las cocinas de Wakka también hay cierta querencia por la fusión.
Los productos de calidad, los sabores auténticos y la originalidad hacen de cada plato una experiencia diferente y exótica. Es lo que persiguen las propuestas más creativas de la casa como los Wakka takos (unos tacos crujientes rellenos de steak tartar o salmón marinado), las Palomitas de gambones (gambones con tempura de maíz) o su Yakipincho de Wagyu y cebolla crujiente. Otras opciones en la que se aprecia cierta originalidad y toques fusión son sus tartares (Atún con crujiente de patata, tobiko y mix de algas, Toro con yema de huevo curada en soja) y tatakis (Solomillo de vaca, trufa y chipotle y Atún, guacamole, ajos fritos y salsa ponzu).
No se puede salir de Wakka sin endulzar el paladar con alguno de sus postres, entre los que figuran golosas pero ligeras opciones como la Tarta de queso y té matcha, la Tarta húmeda de chocolate y, cómo no, los mochis (pastelitos rellenos cocinados al vapor y elaborados con arroz).
En resumen, una sugerente y original oferta acompañada de un ambiente animado y muy acogedor, donde además, la música es un plus, que hará que nuestro paso por Wakka sea una experiencia única pero también repetible.