‘Ultramarín’, cocina con conservas premium en Arganzuela
Tags: cocina tradicional, con terraza, raciones
Cuando uno marca su trayectoria con un punto de inflexión como Costello Club, es difícil que algo salga mal. Y es que los hermanos Marín, Daniel y Paco, montaron la que hoy es una de las salas de música más míticas de la capital hace ya más de una década. Después llegó Costello Río y después de ellos, y también en Arganzuela, se levanta Ultramarín, una tasca en cuya cocina se organiza toda una oda al producto nacional -sobre todo a las conservas y a los embutidos y fiambres– y se preparan con ellos algunos platos típicos del recetario nacional.
Así, en la calle Jaime I el Conquistador encontramos un gran local con un concepto de terraza interior. De hecho la amplitud del espacio, junto con sus grandes ventanales, dan idea de lugar abierto y distendido en el que lo mismo se puede venir a picar algo con unas cañas o sentarse en una de sus mesitas bajas y degustar algunos de los platos de su oferta gastronómica basada en una tienda de ultramarinos de toda la vida. Muchas conservas de proveedores premium, los mejores embutidos y quesos procedentes tanto del territorio nacional como internacional y, por supuesto, imaginación para encajarlos a todos ellos dentro de recetas tradicionales.
Además de un menú de la semana que va variando cada siete días y en el que se combinan algunos de sus platos estrella, cuenta con una completa carta. Comienza por los entrantes con algunos clásicos como las Gildas o las Patatas Bravas, pero también con una buena selección de latas para iniciar la comida con un sabor muy ‘Ultramarín’. Unas latas con las que también se preparan algunas de sus ensaladas como, por ejemplo, la de Perdiz escabechada. Otras incluyen algunos de los fiambres que se exponen en la barra como es el caso de la Ensalada de jamón de pato y crema gorgonzola. Tras el inicio ligero y fresquito, muy recomendables son sus bandejas, como la Bandeja Toscana, con una selección de embutidos y quesos italianos. Como principal podemos decantarnos por Nuestro steak tartar con tocino ibérico Joselito acompañado de pan sardo, una muestra de que aquí también se trabaja con carnes -y pescados en otras recetas- de primera. Además, cuentan con unas cuantas alternativas fuera de carta entre las que destacan sus arroces preparados, cómo no, con conservas.
El dulce que cierra una buena comida continúa la línea tradicional y aquí podemos probar una versión renovada de los Miguelitos de la Roda, las Tejas de almendras o los Mantecados Manchegos, entre otros postres de siempre. Porque, tal y como nos anuncia su nombre, Ultramarín nos hace viajar un poquito en el tiempo, a esos ultramarinos que todos frecuentamos en algún tiempo pasado y que nos proporcionaban siempre los mejores sabores. Ultramarín lo rescata todo.