A pesar de ser totalmente nuevo (abrió sus puertas en la Navidad de 2021), en Café y Pepinillos parece haberse detenido el tiempo. Tanto la fachada, con ventanal y puertas de madera, como el mobiliario del interior, adquirido a anticuarios del Rastro y tiendas legendarias de la capital poco antes de que cerraran definitivamente sus puertas, incitan a pensar que el café lleva décadas instalado en la calle Escorial. Pero nada más lejos de la realidad.
Terminamos de entenderlo todo cuando descubrimos que el diseñador artesanal Javier Sánchez Medina se encuentra detrás de este magnético espacio que, además de café propio y una repostería de infarto, quiere ser un lugar de encuentro para los amantes de la artesanía y el arte en general. Él mismo se ha ocupado del diseño y decoración de esta antigua tienda de ultramarinos (incluso ha traído hasta aquí algunos de los cuadros que lucían en la cocina de su casa), así como de seleccionar los proveedores que hacen de Pan y Pepinillos una dirección más que recomendable para cualquier momento del día.
El equipo de Café Angélica ha creado en exclusiva para él un blend con aroma y sabor únicos, de esos que atemperan cuerpo y alma a partes iguales. Un café que querrás acompañar con alguno de las cookies y bizcochos caseros que también prepara con mucho mimo La Creueta; o bien con alguno de los sandwiches que están preparando con Clara de Formaje.
La apuesta por los productos 100% artesanos y ecológicos es una de las señas de identidad de este espacio. De ahí su alianza con El Súper de los Pastores, el mercado eco de carácter solidario que provee de chocolates, vinos eco o cerveza de pequeños productores nacionales a este coffee shop que está llamado a ser todo un icono de Malasaña.