‘Ohanasana’, los bowls inspirados en Hawái

Ohana significa familia en hawaiano y Ohanasana, familia saludable. Su nombre da muchas pistas de lo que Michelle Rubio, la dueña, quiere conseguir en este nuevo local del Centro. Porque no sólo quiere ofrecer comida sana a buen precio, también desea concienciar a sus clientes de que cuidarse es fundamental para nuestra salud y por eso también les instruye. ‘En la actualidad se habla siempre del producto pero nunca de las necesidades de los verdaderos protagonistas: las personas que buscan comer saludable y sus gustos. Decidimos buscar soluciones’, explica Rubio. De este modo, organiza talleres de Reiki, de psicología positiva, de meditación o mindfulness, terapias de música y otras actividades que contribuyan a conseguir un equilibrio entre cuerpo, mente y alma.

No es ni vegano ni vegetariano y es apto para carnívoros, con una oferta fundamentada en smoothies, pokés, boles, tostas, cremas y postres sin azúcar, bajos en calorías y con mucho sabor. Excepto en los dos últimos, el resto de formatos permite personalizar la receta al gusto del comensal, siguiendo los siguientes pasos:  primero se elige la base: arroz basmati integral, quinoa tricolor o mezclum de canónigos y espinacas; luego, la proteína: tataki de atún, salmón braseado, pollo confitado, tofu marinado o tataki de ternera, los toppings: piña, mango, aguacate, pepino, zanahoria, wakame, kimchi, shiitakes, edamame… y la salsa: picante, curry, dulce, lima o aguacate. Para finalizar, se corona con semillas de sésamo o chía, wasabi, cebolla crujiente, tiras de alga nori o palomitas de curry. Los platos más emblemáticos de la casa son el Happy Bowl, con tataki de atún fresco sobre canónigos y espinacas, piña, aguacate, cebollita roja encurtida, zanahoria, palomitas con un toque de curry y salsa de soja dulce y el PowerfulBowl, con base de quinoa tricolor, tataki de ternera, pepino, mango, kimchi, zanahoria, edamame, salsa dulce y tiras de alga nori.