Necesitábamos que Madrid volviera a recuperar el pulso a la noche y hemos encontrado en Fanático al ‘doctor’ perfecto para curar todos nuestros males. Buen ambiente, shows en vivo, música en directo, dj’s y el sello gastronómico del Grupo Carbón Negro (Fonda Lironda, Castizo, (A)Brasa), toda una garantía en lo que a comer se refiere, forman parte de la adictiva receta con la que Fanático aparece en escena.
Mucho buen rollo, una ubicación ideal (en el número 43 del Paseo de la Castellana), una decoración a la altura de las expectativas y, sobre todo, una carta donde no queda un palo sin tocar -y todos con acierto- son los mimbres que auguran a Fanático un futuro prometedor, tanto que casi nos empadronaríamos allí.
Platos de toda la vida como croquetas (extramelosas), rabas de calamar y una tortilla de patatas que promete dar mucho que hablar comparten escena con arroces y fideuá, pescados (no pierdas el anzuelo del atún rojo) y carnes a la brasa -otro de los emblemas de Carbón Negro- llenan la carta de tentaciones. Las Flores de calabacín en tempura rellenas de gambas, que presentan como el plato estrella, es otra de ellas; al igual que los Buñuelos de carne guisada con salsa brava y los Brioche tostados con relleno picante y crujiente de gamba blanca, dos de las propuestas que mejor recuerdo dejarán de nuestro paso por esta animada casa.
A su lado, movimiento, y mucho. Noches divertidas donde no solo venir a ver y dejarse ver, sino a disfrutar de la música y de los shows que prometen convertir cada noche (hay espectáculo de martes a domingo) este rincón del Paseo de la Castellana en una nueva meca de la noche madrileña donde, como no podía ser de otra forma, la coctelería tiene un papel importantísimo para lubricar la capital. Sus cócteles, además de sus ingeniosas fórmulas, van a sorprender por los recipientes en que se sirven, que pueden ir desde un zapato de cristal a un pequeño jardín zen.
Un local con jaleo non-stop de lunes a domingo (de 13:00 a 02:00) y que está dispuesto a dar de comer a aquellos que se dejen caer por allí incluso a medianoche. ¿Se puede pedir más para volver por todo lo alto?