En los alrededores de la Plaza Mayor llama la atención un local que hace esquina entre las tiendas de telas y otros objetos de costura que abundan por el barrio. Se trata de El Clásico, un tres en uno en el que lo mismo podemos encontrar una taberna castiza con lo mejor de nuestra gastronomía, como tomarnos un cóctel de autor en su parte clandestina o, por qué no, disfrutar de un buen arroz en su planta superior. Efectivamente, El Clásico toma prestado de su nombre el buen hacer de la cocina tradicional, pero todo lo demás tiene un puntito transgresor en esta parte de Madrid que derrocha casticismo.
En la calle Marqués Viudo de Pontejos se levanta este establecimiento de tres plantas en el que la taberna con sus mesas altas y su barra la que nos recibe nada más entrar. La zona en la que está situado -centro turístico por excelencia- hace que la cara más foodie de El Clásico se centre en algunos de los emblemas de la gastronomía patria. Eso sí, que el turisteo no te engañe, aquí la cocina sabe auténtica y está pensada para compartir, como en un bar clásico. Desde una selección de conservas o unas cuidadas tablas de quesos y embutidos, hasta algunos platos fríos como una ‘clásica’ (valga la redundancia) Ensaladilla rusa con regañás o unos Buñuelos de bacalao a la miel y limón, Huevos rotos con jamón, Croquetas o Pincho moruno, entre otros habituales de los sitios de siempre.
Después de haber llenado el estómago, la sorpresa está abajo y llega de la mano de una carta que la bartender Sara Siles ha preparado. Su espacio clandestino, con luz tenue y una estética sofisticada invita a tomarse unos cócteles y dejarse llevar por la noche. Aquí además de los cócteles habituales, Siles ha creado una oferta algo más especial que se adapta tanto a quienes quieren probar algo nuevo, como a quienes bien metidos en el sector de la coctelería buscan un ‘algo más’. Uno de los más demandados por quienes bajan a este espacio es el Manuela Malasaña, preparado con gin, flor de sauco, romero y tomillo, sherry y cítricos. Muchos de estos combinados llegan a la mesa con un pequeño maridaje que cierra una experiencia redonda. Para hacer aún más atractivo este espacio, han preparado una programación de lo más apetecible. Todos los lunes se celebra el ‘Day off night’ que incluye una cena gratis y de viernes a domingo, diferentes fiestas y sesiones en las que habrá espacio para la música electrónica pero también para el flamenco o el swing. Porque, como decíamos al principio, El Clásico solo se deja llevar por ‘clasicismos’ en lo imprescindible. En lo demás, prepárate para las nuevas experiencias.