La riqueza cultural, gastronómica, histórica y arquitectónica convierte a los países árabes en destinos altamente atrayentes para cualquier viajero. Para los españoles viajar a destinos árabes supone descubrir los orígenes de una civilización que ocupó durante varios siglos la Península Ibérica y que nos legó un sinfín de aportaciones en campos como la astronomía, las matemáticas, la medicina, la botánica o el arte, por poner sólo algunos ejemplos.
Destinos como Beirut, la mágica Marrakech o la impresionante Dubai nunca defraudan, pero mientras llegue el día que podamos visitarlos en Madrid siempre tendremos la oportunidad de acercarnos hasta la sede madrileña de la Casa Árabe. En el número 62 de la calle Alcalá se erige la imponente edificación de estilo neomudéjar creada en 1886 por el arquitecto Emilio Rodríguez Ayuso para albergar las Escuelas Aguirre que ejerció como centro educativo hasta 1911.
En el 2007 el ayuntamiento cedió el emplazamiento a la Casa Árabe para que creara su sede en la capital. Desde entonces, en el interior de sus muros tienen lugar numerosas exposiciones, conferencias, cursos y ciclos de cine relaciones con la cultura árabe con el objeto de fortalecer y consolidar la relación polivalente con los países árabes y musulmanes. Además, la Casa Árabe alberga en su interior con la Librería Balquís la cual cuenta con una nutrida selección de novelas, guías turísticas, libros de gastronomía, literatura infantil relacionados con el mundo árabe e islámico.
Pero, además de cultura, la Casa Árabe es un destino recomendado para conocer también la gastronomía en Oriente Medio, concretamente la del Líbano y los países del Mediterráneo. Y es que la planta semisótano del centro cultural está ocupada por Shukran Gourmet, un restaurante especializado en comida árabe, donde es posible disfrutar de platos típicos de la zona como las ensalada fatoush (ensalada mediterránea tradicional, con toque de menta y limón), el tabbouleh (ensalada de origen libanés)), la mutabal (caviar de berenjenas) y el tradicional hummus, que aquí preparan como en pocos sitios. El lugar es especialmente recomendable en verano cuando despliega su terraza en el jardín que el centro posee frente al Retiro, un enclave que emana relax y que permite escaparnos, al menos durante una noche, del bullicio de las calles de la ciudad.