Lavapiés se está convirtiendo en el destino ideal para los aficionados a los largos, tranquilos y generosos desayunos. Especialmente para aquellos que no madrugan demasiado y se despiertan con un apetito voraz. Para ellos está pensado este Caravan Café que, además de unas tartas y platos de brunch tremendos, tiene un local súper mono y luminoso en el esquinazo que forman las calles Lavapiés y Jesús y María. Por tener tiene hasta una pequeña terraza que, como es de suponer, está de lo más codiciada los días en que hace buen tiempo.
Como comentábamos antes, este café no está pensando para los más madrugadores, pues no abre sus puertas hasta bien entrada la mañana. Pero, si podéis, os aconsejamos esperar hasta las 10h para disfrutar del excelente café que los chicos de Caravan preparan con el speciality coffee del rooster búlgaro Dabov; si no, un segundo café a media mañana siempre sienta fenomenal. Y ya de paso, haceros con una porción de brownie o una de las cookies que diariamente hornean en su cocina. ¡Alegran el día a cualquiera!
Si eres más de salado, lo que debes hacer entonces es tomar mesa pues lo que prepara el staff de Caravan no es para tomar con prisas. Tostada de cherrys asados con albahaca y queso Stracciatella, Huevos turcos (huevos pochados con yogur griego, salsa de hierbas, chile y ensalada de zanahoria y remolacha) o la Tostada de huevos doblados (con tres huevos cremosos revueltos) son tres opciones ganadoras. Pero la realmente triunfadora, y que hará que repitas una y otra vez en este sitio, es el Grilled Cheese, un sandwich tostado con queso Emmental fundido, salsa casera de chile verde (que le da un punto ligeramente picante), menta, cilantro y chutney de tomate. No has probado, ni probablemente pruebes, nada igual. Por cierto, olvidamos comentar que aquí el pan procede del obrador San Francisco lo que no es sino otro punto a favor de sus platos.
La cocina cierra a las 16h aunque el café permanece abierto toda la tarde para que paséis a tomar café o merendar con una de sus tartas. La de zanahoria con frosting de chocolate blanco y pistacho está rica pero la cheesecake, pese a seguir la misma receta que ofrecen la mayoría de los restaurantes de Madrid, juega en otra liga; rica, rica.
Si llegados a este punto te estás preguntando si cuentan con un menú cerrado de brunch, la respuesta es sí, pero solo sábados y domingo. Este se compone de zumo de naranja, granola con frutos rojos, porción de brownie, café y tostada con hummus de remolacha, huevo pochado, queso feta y cebollino; y tiene un precio más que goloso. Bueno, lo cierto es que los precios «golosos» son otra de las señas de identidad de esta casa y, por tanto, una de las razones por la que ya forma parte de nuestro circuito de cafés habituales.