Carabanchel a bocados
HUEVOS TRUFADOS EN ‘CAFÉ ASTRAL’
Su aspecto de humilde bar de barrio -tiene más de cuatro décadas a sus espaldas- no debe despistarte. Cafetería Astral (Camino Viejo de Leganés 82, <M> Opañel/Oporto) es una de las mejores casas de comidas de Carabanchel, de ahí el lleno absoluto que suele registrar a diario, especialmente los mediodías con su imbatible menú del día. Ya en la mesa, basta echar un vistazo a su carta para comprobar que estamos en un sitio con notable ambición culinaria, al igual que el servicio de sala, de lo más diligente y profesional.
Buena parte de su carta se inspira en los clásicos de la cocina española (migas extremeñas, paté ibérico de elaboración propia, cochinillo al horno), aunque el plato que lo ha convertido en destino de los foodies madrileños son los Huevos rotos con trufa. Un contundente plato con patatas fritas caseras, huevos, perlas hidrofilizadas con esencia de trufa y aceite aromatizado de trufa que, los mismos camareros, mezclan en la mesa, delante del cliente, que no dejará de salivar hasta que pueda por fin pinchar en él. Rico hasta decir basta.
GALLINEJAS EN ‘CASA ENRIQUETA’
Casa Enriqueta (Calle General Ricardos 19, <M>) es toda una institución en el mundo de la casquería en Madrid. Abierto en 1956, este negocio familiar se ha hecho célebre por la excelencia de sus platos de gallinejas y entresijos, dos platos de casquería casi exclusivos de Madrid que aquí se pueden disfrutar todo el año. El local, aunque modesto y no demasiado espacioso, cuenta con una estupenda terraza con macetas colgadas en la pared y manteles de cuadros que, siempre que el tiempo acompaña, está de bote en bote. Dicen los entendidos que son las mejores gallinejas de Madrid, por eso recibe clientes de todos los puntos de la ciudad, e incluso de fuera de ella.
PASTELES DE FERIA Y TARTAS EN ‘BREAK COFFEE’
Otro espacio que puede conducir a engaño, esta vez por su nombre. Más que un café, Break CoffEe (Calle Castrojeri 8, <M> Vistalegre) es un bar restaurante donde podemos degustar algunas de las recetas, dulces y saladas, más típicas de Brasil. Su horario maratoniano (excepto lunes, abre todos los días de 09 a 22:30h) le convierte en un destino válido para cualquier momento del día, ya sea para desayunar, tomar el aperitivo o tomar una de sus espectaculares tartas a la hora de la merienda.
Es uno de los pocos sitios de Madrid donde encontraremos las coxinhas, un aperitivo típico de Brasil y Portugal, muy parecido a nuestras croquetas, y el pastel de feria, una especie de empanadas fritas con diferentes rellenos que explica la constante presencia de brasileños en su colorido salón. En el apartado dulce, triunfan sus colosales tartas que, como particularidad, se venden al peso, tanto si es entera como si pides solo una porción. La estrella, y que queremos recomendar desde aquí, es la de Dulce de leche y mousse de vainilla, que también incluye almendras y fresa, ¡gloriosa!
OREJA A LA PLANCHA Y BRAVAS EN GONMAR
Muy cerca del hospital Militar encontramos esta cervecería de toda la vida conocida por todos los vecinos de Carabanchel, por sus raciones de oreja de cerdo a la plancha (bien crujientita en el exterior y melosa en el interior). Con más de 50 años de historia, Gonmar es el típico bar de especialidades, que sirve las raciones en bandeja de aluminio y cumple con todos los generosos platos que prepara; no esperes nada más. Es más, podríamos decir que el personal de Gonmar (Paseo Marcelino Camacho 47, <M> Carabanchel) no se caracteriza por su simpatía, pero lo compensan con su diligencia y rapidez. Otro plato que triunfa entre los parroquianos del lugar son sus patatas bravas, con una salsa de picante moderado y muy adictiva. Al igual que con la oreja, su fama se extiende más allá del barrio.
LOS ROSCONES DEL HORNO SANTA MARÍA
En el límite entre Aluche y Carabanchel encontramos la que posiblemente sea la panadería más conocida y con más clientes del barrio (Calle Ocaña, 106 <M> Eugenia de Montijo). No en vano llevan más de cuatro décadas horneando pan para sus vecinos y endulzando sus vidas con todo tipo de repostería, pastas y dulces. Sorprende la gran cantidad de panes artesanos de que disponen -todos ellos elaborados en el obrador que posee en su interior-, catálogo que se amplía los fines de semana con nuevas variedades de pan de masa madre y panes del mundo. Es una de las razones por las que aquí se forman colas los sábados y domingos desde primera hora de la mañana, pero no la única. Sus palmeritas de chocolate están de muerte -de las mejores que hemos probado nunca-, al igual que sus croissants, caracolas, buñuelos (en temporada) o roscones de reyes, que no tienen rival en muchos kilómetros a la redonda. El Horno de Santa María es, sin duda, un motivo de orgullo para sus vecinos. Ya nos gustaría a nosotros tenerla también más cerca.
Artículo elaborado en colaboración con Más que hermanas
