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Siempre hemos defendido el brunch como un pretexto para quedar con los amigos el fin de semana y darse un festín sin ningún tipo de prisas. Pero Lux va un poco más allá, y hace de este desayuno-almuerzo la excusa perfecta para salir de tardeo los sábados. Se trata, por tanto, de comer bien y con platos generosos para coger energía suficiente y pasar una animada tarde de copas con la mejor música del momento.
La escena tiene lugar en la zona de barra del restaurante. Como arranca a las 13h los clientes acuden en su mayoría desayunados por lo que el menú, que se toma en los veladores que rodean su gran barra central, se compone en su mayoría de platos salados. Comienza con un aperitivo y una tapa de la tradicional ensaladilla del Grupo La Máquina para compartir. Le sigue el plato estrella de cualquier brunch, Huevo poché con salmón, y un plato principal a elegir entre Tartar de salmón y aguacate o Albóndigas de presa ibérica. Si después de todo esto, os queda hueco para el postre, aún podéis culminar con una Tarta sacher de chocolate & brucheta de fruta; si no, también nos da la opción de elegir un café o té (casi mejor).
Si durante la comida escuchamos buena parte de los éxitos de la música pop y latina de los últimos años, comprobaremos cómo conforme el reloj se acerca a las 15h la música se torna más electrónica y va aumentando de volumen. Eso es porque ya ha aparecido el DJ invitado del día y va siendo el momento de pasar a los cócteles. Cada semana, la barra de coctelería se cede a una marca o coctelero que elaborará combinados especiales para los presentes: gintonics, combinados con vermú, tequilas, etc.
Después ya todo es dejarse llevar. Se trata de divertirse, con nuestros amigos, sin movernos de nuestra mesa y respetando en todo momento las medidas de seguridad. El tardeo, esa costumbre que muchos miraban con cierta reserva, está más justificado que nunca.