Platos típicos de Brasil, en formato tapas y raciones para compartir, cócteles bien ricos, local de diseño y precios asumibles. Esos son, en principio, los principales ganchos de Bar Tropicalista, el brasileño más cool y genuino de la ciudad. Cool, porque cuenta con una decoración de diseño, de estilo industrial, con amplios ventanales y colores cálidos, que más que estar junto a la Gran Vía, parece que estuviésemos en el barrio berlinés de Kreuzberg. Y genuino porque escapa de todos los tópicos que tenemos asociados a los restaurantes brasileños donde prácticamente todo gira en torno a la carne. Aquí hay picanha, sí, pero no es el único reclamo de su carta que contiene un montón de recetas cariocas adaptadas al formato tapas y raciones que tanto nos gusta por aquí. Es más, casi la totalidad de sus platos se pueden comer con las manos.
Aunque esta no es la única razón que haca a Tropicalista diferente del resto. Aquí se preparan estupendos cócteles, y no sólo caipirinhas -que las bordan-; tienen su propia carta de cócteles, clásicos y otros más creativos, perfectos tanto para alargar la sobremesa como para calentar motores de cara a una larga noche de fiesta. ¿Que buscas un sitio céntrico para el afterwork o tomar una copa con los amigos cualquier día entre semana? La barra de Tropicalista va a ser una buenísima elección. ¿Que te entra el apetito? Tienes total libertad, puedes pedir alguno de sus platos para picar; como en cualquier otro bar.
PLATOS CARIOCAS PARA COMPARTIR
Ahora viene lo complicado: recomendaros cuáles son nuestros platos favoritos porque de su carta nos gusta absolutamente todo. Lo recomendable es pedir varios platos para ir al centro y probar así un poco de todo. Los que más se prestan a ello son los Dadinhos de tapioca (dados rellenos de tapioca y queso curado) que hay que mojar antes de tomar en una salsa de miel y especias; los Bolinhos de moqueca de bacalhau (croquetas de bacalao noruego) y el Pão de queijo, unas bolitas de pan de harina de tapioca rellenas de parmesano que en Brasil se suelen tomar prácticamente a todas horas; las de allí no las hemos tomado pero éstas son realmente adictivas, ¡es que acompañan de lujo hasta a las copas!
Tras el picoteo inicial, nosotros recomendamos pedir una de sus tapiocas. Son una especie de crepes, elaboradas también con harina de yuca, y que se sirven con diferentes y suculentos rellenos: pollo especiado, setas trufadas, mousse de aguacate… Nuestra favorita es la de carne mechada y queso curado, ¡una maravilla! El plato trae cuatro porciones por lo que también resulta perfecto para compartir.
Aquí la carne de picanha se sirve en un bocadillo de pan de cristal, cortada en tiras, y acompañada de bacon, queso gouda, cebolla caramelizada y mayonesa de albahaca y es, y no exageramos, un manjar de dioses. Si buscas una alternativa, esa debe ser el Bobó de camarão, o lo que es lo mismo, bisqué de langostinos con yuca, leche de coco, pimientos y cilantro. Se toma con arroz blanco, que llega en una cazuelita aparte para tomar al gusto; está muy, pero que muy bueno.
Para el postre, hay opciones muy tentadoras, pero preferimos el Mousee de maracuyá con crumble de avellanas por encima, porque nos parece más ligero y refrescante. Y así nos prepara el paladar para alguno de sus cócteles: hay caipirinhas de fruta de la pasión, jengibre y lima, fresa y la receta clásica. Pero conviene dar una oportunidad al Bethania, una fórmula propia con la que Tropicalista ganó el concurso Cóctelsaña en 2019. Si no has cenado aquí, su barra recibe igualmente a todos aquellos que llegan con ganas de buenos tragos y buena vibra.
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