Robata Sushi & Grill, el japo chic del barrio Salamanca
Ya nos habían llegado muy buenas reseñas del restaurante que Fabiola Lairet, una de las primeras sushi chef tituladas del mundo, abriera en Barcelona en 2016. Así que fuimos corriendo al callejón de Puigcerdá cuando supimos que acababa de abrir allí una segunda sucursal de Robata. Ubicada en el parisino callejón de Puigcerdá, esta es una elegante taberna nipona en la que la venezolana da rienda suelta a sus conocimientos, aplicándoles su personal estilo, por supuesto. Porque si algo debéis saber antes de nada, es que este no es un japonés purista en cuanto a sus platos, pero sí en cuanto a técnica y cuidado por el detalle.
Su carta, que se estructura fundamentalmente en crudos y platos de robata, muestra una clara influencia mediterránea y americana. La primera viene de las materias primas que utiliza en su cocina y la segunda de la enseñanzas del maestro Matsuda, responsable en los 80 del boom del sushi en California. Esto explica el peso de los rolls y tempura rolls en su carta: de solomillos de buey, de langostino en tempura, de atún, de salmón, de anguila… Hay decenas de opciones pero si uno se lleva la palma es el roll Anticuchero (langostino en tempura, queso crema y aguacate, cubierto de escolar), que por algo es el best seller de la casa 🍣
El Tiradito de Hamachi, el Okonomiyaki de mariscos, el Crispy duck (pierna de pato deshuesada y caramelizada) y las brochetas de solomillo, pollo o secreto ibérico son otros de los imprescindibles de este restaurante cuyas salsas y preparaciones se hacen al completo en casa. En cuanto a los postres, resulta obligado sus Fresas flambeadas con vodka (el título con que figura en la carta, Fresas a la pimienta, no le hace justicia), uno de los postres más ricos y originales que hemos tenido oportunidad de probar en los últimos tiempos; seguro que coincidirás en ello también.
Por cierto, Robata tiene una terraza en la tercera planta y otra a pie de calle que prometen dar mucho juego en cuanto haga buen tiempo. Serán el escenario perfecto para disfrutar de los cócteles que también incluye la propuesta de Lairet. Si aceptas una última sugerencia, el mojito de sake y el pisco de maracuyá son lo más.
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