*** ESTABLECIMIENTO CERRADO ***
Ya lo dice el refrán: ‘cuando una puerta se cierra, otra se abre’. Y en algunos casos, como en éste, ocurre que es incluso la misma, porque lo que antes se llamaba Pepa Tencha, hoy es Rhino Wild Bar. Mismo local y mismo equipo, pero nuevo concepto, porque si en el pasado solo abría sus puertas en horario de tarde-noche para animar a golpe de coctelera, ahora lo hace para dar de comer, y muy bien, desde el mediodía.
La culpa de que el alma de este local sea ahora la gastronomía la tiene su aperitivo italiano, una generosa tapa que servían como acompañamiento a una consumición mínima y cuyo éxito les ha obligado a hacerse mayores y evolucionar. Tanto, que les ha salido hasta una cocina, un salón-comedor en lo que antes era la trastienda del local, y una carta a base de platos muy caseros y recién hechos, donde la mezcla entre lo español y lo italiano es más que evidente. El mejor ejemplo de la complicidad entre el chef, Ángel Aznar, y su segundo de a bordo, Paolo Esco.
Entre sus propuestas más completas y caseras se encuentra el plato del día, que ofrecen a la hora de comer. Para comprobarlo solo hay que echar un ojo a la terrina de ternera con crema de boletus y arroz de verduras con semilla de lino, o al risotto nero di sepia, o a la moussaka… Y para las cenas, el plato especial de la noche, a base de lasañas vegetales o piezas más contundentes como la entraña de ternera. Pero la carta contiene mucho más: platos para compartir y dippear con un interesante toque healthy, muchos vegetales (algunos incluso de su propio huerto), nada de frituras, recetas tradicionales elaboradas al horno, pasta artesana casera y panes de cerveza hechos diariamente. Se nota hasta en el postre, con recetas como la de su apple crumble o su versión de los tradicionales frisuelos; incluso el brunch de los sábados y los domingos, y el aperitivo, que resurge en Rhino como una propuesta solo para la tarde-noche de los miércoles, tienen ese toque saludable.
Al caer la tarde el protagonismo pasa del salón a la barra de coctelería. Cócteles clásicos versionados y otros de autor, como la Spicy Berry Caipirinha, con frambuesa y un ligero toque de chile. Se nota que están hechos con paciencia, ingredientes naturales (frutas de temporada, siropes artesanos…) y maceraciones caseras. Y como la gastronomía se ha convertido en plato fuerte de la casa, se atreven incluso a dar el salto de los fogones a la barra, maridando cócteles con una tapa diferente cada día. Vamos, que este Rhino Wild Bar no se anda con chiquitas y ha entrado con fuerza hasta la cocina.