Es uno de los mayores parques metropolitanos de Europa y uno de los principales pulmones de la ciudad, pero debemos admitir que teníamos algo abandonada la Casa de Campo. Este entorno natural, con todas sus rutas para correr, su lago rodeado de kioscos para comer y sus numerosos merenderos era el destino favorito de los domingueros de la capital. La Casa de Campo fue también durante largo tiempo un inmejorable destino gastronómico, pues congregaba buena parte de los restaurantes referentes de la capital.
Cuando muchos la dábamos por olvidada, este 2021 «las estrellas» parecen haberse alineado para revitalizar la Casa de Campo, ese inmenso parque. «Estrellas» entre las que se encuentra Alfonso López e Ignacio García, artífices del hostel The Hat, y los tres chefs al frente del grupo Triciclo (Javier Mayor, Javier Goya y David Alfonso) que con el comienzo de la primavera inauguraron Villa Verbena, un nuevo restaurante a orillas del algo, con una cuidada puesta en escena (kiosco de madera, un formidable comedor acristalado y amplia terraza con vistas al skyline de la ciudad) y una propuesta gastronómica de envergadura, muy alejada de las que solíamos hallar en esta zona. La suya fue la apertura más sonada pero no la única, la zona sur del lago recibió este año tres nuevos restaurantes que, además de ambición gastronómica, compartían el mismo propósito de recuperar el interés de los madrileños por este privilegiado enclave.
RESTURANTE Y CLUB DEPORTIVO
Una vez finalizado el verano, en el que Villa Verbena se lo ha comido todo, sus responsables ponen en funcionamiento un segundo proyecto: otro kiosco, justo al lado del primero, que además de restaurante y cervecería aspira a convertirse en un club para los numerosos deportistas que frecuentan «el gimnasio al aire libre más grande de Europa». El Taller es el nombre de este espacio que suma 600 m2 y 400 asientos y que contará un potente calendario de actividades, coordinadas por reconocidos profesionales, para los corredores, triatletas y ciclistas -de todos los niveles- que a diario visitan el parque. Pero hay más, la programación del club deportivo incluye también charlas sobre nutrición, actividades para niños los fines de semana, campus de verano y multipantalla para que podamos reunirnos allí a ver los grandes eventos deportivos.
Aunque El Taller, que cuenta también con taller para puesta a punto de bicis, quiere ser el lugar de descanso de todos ellos; la terraza donde relajarse y darse un capricho después de la sesión de ejercicio intenso.
HUMO, SUDOR Y BIRRA
Junto al deporte, los otros dos pilares que sustentan El Taller son la gastronomía y la cerveza. De ahí su lema «Humo, sudor y birra». Lo del humo viene por el horno Josper y es que la mayor parte de su oferta culinaria, diseñada por los chefs de Triciclo, se elabora en un gran ahumador de carne al más puro estilo BBQ americana y un horno de brasas XXXL de Josper, que comparten espacio en la cocina con un asador de pollos.
Con estos portentos y el producto de primera categoría que siempre maneja el grupo han dado forma a un carta llena de platos sencillos co a todos los públicos. Esta se estructura en cuatro categorías. La primera la integran una serie de infalibles entrantes pensados en su mayoría para compartir al centro de la mesa. Bravas, croquetas de jamón, guacamole casero o ensalada César son las opciones más sencillas pero también existe posibilidad de empezar a lo grande con unas estupendas Zamburiñas a la parrilla con salsa de chiles y cítricos o un Ceviche de corvina salvaje cuya excelencia conocerán de sobra quienes hayan tenido oportunidad de pasar anteriormente por Triciclo.
Los que quieran hacer una comida informal -y que el ticket medio no se les vaya de las manos- deberán centrarse en el capítulo de entrepanes. Son los bocados habituales de los kioscos del lago pero en una versión mejorada, claro, no son cualquier cosita: el perrito caliente se prepara con salchicha bratwurst, salsa curry, cebolla crujiente, pepinillo y jalapeño dulce, mientras que la Homemade burger se elabora con carne de buey con 50 días de maduración y grasa de chuleta a los que se añaden bacon, queso, cebolla y lechuga. ¿Que quieres algo aún más superior? Elige la Burger especial, con carne de costilla ahumada de angus, ¡sublime! Al igual que sus tacos: tanto los de brisket como los de cochinita pibil son gloriosos.
Otro clásico que no puede faltar en la Casa de Campo, sobre todo en las comidas familiares del fin de semana, son los pollos asados. Los podemos pedir en su versión más clásica, a la madrileña; con sidra, tal y como los prepara el mítico Mingo; o a estilo indio, asado en horno tandoori, con yogur y especias. Si nuestro plan es pasar el día de picnic en los alrededores, podemos también pedirlos para llevar y darnos un festín de los buenos en plena naturaleza.
Y finalmente tenemos el capítulo de grandes piezas donde, como ya adelantamos, las protagonistas son las carnes ahumadas y a la brasa. Aquí encontramos el que para nosotros es el plato insigne de la casa, ese por el que siempre recordarás tu paso por El Taller: la Costilla de vaca BBQ con ensalada de col, que se sirve con la carne ya deshuesada, súper jugosa y de con un excelso sabor (que no os asuste el precio del plato, porque es para compartir mínimo entre tres personas). Es muy tentador también el Curry de vaca (carrillera con curry rojo thai), pero lo dejamos para una segunda visita, que de buen seguro la habrá.
El buen nivel se extiende también a los postres, que son bien generosos, por lo que aconsejamos compartir y, si sois un grupo numeroso, poder probar más de uno. ¿Los más golosones? La tarta de queso (con un toque de queso azul) y la cookie caliente con helado.
PICADITAS CERVECERAS
Conscientes del creciente tirón que la cerveza tiene en la capital, los responsables de El Taller se han hecho con un extraordinario catálogo de birras en el que podemos elegir entre más de una veintena de variedades nacionales e internacionales, muchas de ellas imposibles de encontrar en otro lugar de la ciudad. Para ayudarnos en nuestra elección y guiarnos a la hora de experimentar con nuevos estilos, el restaurante cuenta con un experto beer somelier que también nos asesorará de cara a encontrar los mejores maridajes con la cerveza elegida. Muchos de ellos figuran en la carta dentro del apartado Picaditas cerveceras, una serie de bocados especialmente ideados para acompañar sus cervezas como chorizo criollo, moules-frites (mejillones con patatas fritas), bravas con alioli de ajo y mojo picante, careta con revolconas o gamba blanca crujiente con mayonesa de piparras de Almagro.
Nos hemos dejado en el tintero su carta de desayunos, los cócteles y copas que también aquí sirven, los cursos de cocina y festivales de street food que planean… El Taller del Lago tiene mucha tarea. Lo que no hay duda que la llegada de este nuevos kiosco es de las mejores cosas que le podía pasar a la Casa de Campo que, ya lo podemos decir, vuelve tener el protagonismo que merece en la capital