El restaurante más personal de Alberto Chicote, Omeraki

2 / 11 / 2023 Martín López

Antes de saltar a la televisión y convertirse en la estrella mediática que es hoy en día, Alberto Chicote grabó su nombre con letras de oro en el mundo de la gastronomía madrileña con dos grandes restaurantes de los que formó parte, NODO (1999) y Pan de lujo (2006). El madrileño se ocupaba de la dirección gastronómica de sendos espacios, pero no fue hasta 2014 cuando abrió el primer restaurante de su propiedad, Yakitoro, un restaurante especializado en barbacoa japonesa, del que se ocupó durante unos seis años. ¿La razón de esta última decisión? Crear, junto a su mujer Inma Núñez, un restaurante más personal en el que tuviera total libertad para crear y desplegar toda la sabiduría y técnica que le han convertido en un referente en nuestro país. Esa idea se materializó finalmente en 2022 en el barrio de Goya y fue bautizado con el nombre de Omeraki.

Cocinar con libertad para el cocinero madrileño significa no tener un menú establecido y poder elaborar platos cada día según la inspiración, sus apetencias y los productos de temporada que encuentra en el mercado. Llevar esta máxima al día a día es difícil, pero sí que logra hacerlo semana a semana, de manera que la carta de Omeraki está en constante renovación. Esto tiene una desventaja para nosotros, claro, porque los platos que degustamos en nuestra visita con toda seguridad no estarán el día que vayáis a conocerlo y hacer una reseña de ellos ahora como que no tendría mucho sentido. Pero también tiene una clara ventaja, en este caso para sus clientes, pues cada vez que visite al restaurante va a tener una experiencia totalmente distinta y la sorpresa está, por tanto, garantizada.

Aún con esto sí podemos garantizar que la fusión es el hilo argumental de la cocina de Omeraki. Fusión de productos y técnicas de Japón y sudeste asiático con la cocina española, tanto la tradicional como la de vanguardia, y que se traduce en platos únicos y de sabores inéditos. Los aficionados a la gastronomía estamos muy familiarizados con este término pero conviene recordar que Alberto Chicote fue el primero que empezó a practicarlo en la capital a finales de los 90 y, como diría la canción, ya entrados en los años 20 «sigue siendo el rey». Un rey al que posiblemente podréis ver trabajando a través del cristal que separa su enorme cocina del comedor del restaurante. Una cocina vista que podría considerarse incluso parte del «espectáculo» pues a cualquiera le resultará inevitable estar mirando no sólo cómo trabaja el popular cocinero, también cómo se coordina todo el equipo de profesionales de los que se ha rodeado.

MENÚS SORPRESA

En cuanto a los precios, hay tres opciones de menú: Express (65€ solo de miércoles a viernes), Festival (78€) y Homenaje (95€). Estos precios solo sirven para determinar el número de platos y opciones a elegir que vamos a tener, porque no vamos a saber lo que vamos a comer hasta que nos sentemos a la mesa -otro factor sorpresa más-. Los menús se pueden adaptar a cualquier intolerancia alimentaria y todos ellos incluyen snacks (2), aperitivos (4), entrantes (de 2 a 4, según el menú elegido), plato principal (de 1 a 2) y postre. Y aunque ya advertimos que su composición cambia semanalmente, sí es cierto también que hay algunos platos que aparecen cada cierto tiempo, bien porque tuvieron muy buena acogida cuando se presentaron, bien porque se consideran hits del chef que sus habituales le piden constantemente.

Entre ellos, las Croquetas de compango de fabada, Sopa agripicante de bogavante azul y los Tallarines de calamar y bechamel con curry de su tinta y que pueden considerarse epítomes de la cocina que ejemplifica Chicote: fusión, vanguardia y sabores deslumbrantes. También suelen dar la campanada los Tomates semisecos con caballa que en su día se convirtió en el plato icónico del madrileño, pero nada puede darse por hecho y lo mejor es sentarse a la mesa y dejarse sorprender, que para algo este es un restaurante que escapa de lo convencional.