‘Yan Ken Pon’, auténtica cultura nipona en La Latina
Yan Ken Pon es el juego con el que los niños (y no tan niños) japoneses echan algo a suertes. Algo así como nuestro Piedra, Papel y Tijera al estilo nipón. Y aunque es de ahí de donde viene su nombre, pocas cosas quedan al azar en este sushi bar de la Plaza del Cascorro que tiene un popular hermano mayor en el Mercado de San Fernando (Embajadores, 41 <M> Embajadores / Lavapiés). Es precisamente de este antecesor, ubicado unos metros más abajo, del que bebe directamente, tanto en su carta como en su filosofía y parte de su estética.
Este nuevo local, también marcado por las raíces japonesas de sus propietarios, ha querido mantener esa esencia que lo convierte en especial y lo distancia del resto de restaurantes asiáticos. La cultura japonesa va por encima de todo y, por eso, además de ser un restaurante, quieren que los comensales se impregnen de otros aspectos destacados de la forma de vida nipona. Al igual que ocurre en la sede del mercado, aquí también hay lugar para los libros. En este espacio latinero la selección literaria se centrará más en la animación en japonés, el manga y también libros infantiles; mientras en el primer restaurante se conservarán los clásicos de las letras del país oriental.
Su carta es extensa y cuando nos sentamos a la mesa podemos elegir entre sushi, udon, ramen, tartares y, uno de los bocados más sorprendentes: onigiris. Los onigiris, si hacemos un símil con la cultura occidental, sería algo así como nuestros sándwiches.;ese tentempié que te tomas rápido cuando vas de un sitio para otro y no tienes tiempo para sentarte a la mesa. El formato nipón del sándwich está compuesto en su mayor parte de arroz, un pedacito de alga y se rellena de diferentes tipos de pescado con salsas. Desde Yan Ken Pon recomiendan probar el relleno de atún o salmón en función de los gustos del comensal. Mención especial también a su ramen vegano y los tartares, nueva incorporación en la carta de este restaurante del Cascorro que invita a cenas relajadas. Además, su oferta incluye opciones gluten free y todos sus platos se pueden pedir en formato take away. La carta de este restaurante con ambiente de izakaya la completa una amplísima variedad de sakes.
Este espacio, pensado más para el disfrute relajado de la gastronomía nipona que su antecesor, cuenta con una decoración sencilla en madera y tonos rojos. Sin embargo, hay un detalle que llama la atención desde el momento en el que cruzamos el umbral de su puerta: se trata de un imponente y colorido mural realizado por el artista Kensuke Hirata que representa a una mujer japonesa con la indumentaria típica. Y por si toda la ambientación oriental fuese poca, en Yan Ken Pon piensan en organizar exposiciones, cursos de cocina e, incluso, talleres de Shiatsu. Y es que, tal y como cuentan sus propietarios: aquí no hay fusión. Y sin trampa ni cartón -ni piedra, ni papel, ni tijera- se destila tradición japonesa por todos sus costados.
EL IMPRESCINDIBLE Nosotros nos quedamos con su Ramen vegano. Es sorprendente porque se trata de una receta mucho más ligera que el ramen al que estamos acostumbrados y, a pesar de no llevar carne, su caldo es muy sabroso.
FÍJATE EN… Cuando veas el mural que adorna su pared acércate y observa como cada uno de los fragmentos de la colorida vestimenta de la mujer es un minucioso trabajo realizado con diferentes trozos de papel japonés. Papeles japoneses que la propietaria colecciona desde hace años y que ha donado para crear esta obra de arte.
