Bahiana es como llaman en Brasil a la mujer de Bahia; un club es un lugar de reunión donde sus miembros comparten afinidades. Los dueños de Bahiana Club, cuando abrieron el local, querían que tuviera un poco de esas dos cosas y cuatro años más tarde puede decirse que lo han conseguido con creces. El ambiente, relajado y amigable, y su situación -casi escondido entre antiguos edificios y callejuelas empinadas- lo convierten en una especie de rincón secreto donde la gente del barrio se resguarda del bullicio de La Latina.
Ubicado en la calle del Conde, presume de una de las terrazas con más encanto de la zona para cenar o tomar una copa. El interior es acogedor, dividido en varios salones y decorado con objetos personales como si de una vivienda privada se tratara. Sillones encontrados en el Rastro, muelles de un colchón, collages y fotografías colgando de las paredes… y lámparas y cajas de luz que van cambiando de una vez a otra. Muchos de esos elementos son restos de exposiciones que los artistas que pasan por allí dejan como recuerdo.
Bahiana Club está regentado por un equipo de brasileños y uruguayos, capitaneado por la brasileña María Orleans Bragança, y eso se deja notar en su carta, elaborada a base de platos de la cocina mediterránea con influencias del otro lado del océano. La idea era evocar los sabores de su tierra que más echan de menos. Los platos están pensados para compartir y se basan en recetas sencillas pero tan sabrosas que se hace difícil elegir. Entre las opciones más ligeras destacan la ensalada de tomates raf con mozzarela y albahaca, o el tabule, muy consumido en Brasil.
También hay productos del mar, como su versión particular de los mejillones a la marinera a la que llaman mejillones Bahiana, o los chipirones servidos sobre arroz negro. Las reinas de las carnes son las tiras de pollo empanado con sésamo y dip de hierbabuena, y el sabrosísimo churrasquito uruguayo con salsa de chimichurri. Si aún hay sitio para el postre, la mousse de maracuyá es una de las especialidades de la casa, y se bate en duelo con las diferentes tartas caseras y helados artesanales. Si hablamos de cócteles, en el Bahiana’sirven los tradicionales mojitos y bloody marys, pero sería casi pecado no probar la caipiriña, tan de allí, en su forma original o con sabor a fresa, la caipiroska de fresa.
Dentro o fuera, es el lugar indicado para tomar algo tranquilo de lunes a jueves pero al llegar el fin de semana, las noches toman fuerza con un ambiente de lo más animado.
*fotos: Nacho Castañón