De Madrid al cielo se llega antes si pasamos por alguno de los rooftop de la capital. Uno de ellos está en pleno centro, con vistas a la mismísima Puerta del Sol. Y, por si este reclamo no fuese suficiente, con sabrosura latina desbordando todos sus rincones. Así es Doña Luz, la azotea de la cadena hotelera B&B que, además de tener una localización más que apetecible, ofrece una cuidada selección de platos pensados para compartir. En ellos se mezcla lo mejor de ambos lados del charco ideado para maridar con una coctelería clásica y de autor que invita a alargar la velada.
Desde una pequeñísima puerta situada en la calle Montera se accede al ascensor que nos llevará directos a una terraza inspirada en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias. Colores tierra, calidez, maderas y mucha vegetación que convierten a Doña Luz en un lugar que transmite pasión y calma a partes iguales. La azotea cuenta con una zona cubierta y climatizada pensada para los que nos negamos a renunciar a una buena terraza, incluso con grados bajo cero fuera. Durante el invierno se mantiene un pasillo que recorre todo el exterior de la azotea y que es el punto en el que te tienes que situar para sacar ese fotón 100% Instagram. Durante los meses de calor, Doña Luz se ‘descubre’ para disfrutar desde todos los ángulos de esos espectaculares atardeceres madrileños.
SABROSURA LATINA A LA MESA
Con vistas a la Puerta del Sol, a uno le entra la vena más ‘gata’ y, con ella, esas ganas locas de tomarse una caña y algo de picoteo. Para ello tenemos la sección de ‘Sabores previos’ de su carta, en la que podemos encontrar algunos emblemas de la culinaria latinoamericana como los Tequeños o el Guacamole. Pero aquí, sin duda, gana la fusión con la cocina española, que se pone de manifiesto en las Croquetas Doña Luz con Allioli de cilantro. Bechamel cremosa y abundantes taquitos de jamón. La salsa viene aparte y está tan lograda que uno no sabe si mojar las croquetas o degustarla así, tal cual, sin nada de por medio. A los detractores del cilantro, que la salsa no les haga desconfiar del plato porque las croquetas están de 10.
Tras los entrantes pasamos a los ‘Sabores principales’, una selección de platos también pensados para compartir entre amigos. Casi todos ellos son ligeros y frescos, como mandan los climas tropicales, como demanda un cielo de Madrid en pleno verano. ¿La estrella? Cómo no, los Tacos de bogavante con aguacate y mango. Al estilo mexicano pero con ese rollito lobster roll tan de moda últimamente en la capital. El mango se añade a modo de vinagreta y el contraste es todo un acierto. Llega a la mesa con unos chips de plátano y una salsita de chipotle. Continuando esta línea, toda comanda debe incluir el Falso Ceviche de pulpo y langostinos, preparado con un toque picantito que hará las delicias de los fans de los sabores intensos.
Todo el banquete se puede regar con alguna de las referencias presentes en su bodega, entre las que destacan algunos vinos arriesgados, difíciles de encontrar en otros restaurantes de la zona. Y para culminar, nada mejor que una buena dosis de dulce que llega a la mesa en forma de Tarta de Chocolate Guiness, un postre contundente pero perfecto para comer en pareja.
Y claro, todo el mundo sabe que pocas formas hay mejores de maridar un ceviche (y otros muchos platos latinos) que un Pisco Sour, preparado de la forma tradicional, al igual que el resto de cócteles clásicos que se sirven en este privilegiado enclave. Además de los combinados de siempre, es recomendación de la casa probar el Doñaluz Gold o seguir viajando al otro lado del mundo con su Mojito con fresones naturales o su Mezcalita de piña a la parrilla, uno de los que más llama la atención del comensal. ¿Y es que no te parece un planazo organizar un afterwork con vistas al centro y un buen cóctel en mano? La estampa es una auténtica fantasía.
EL IMPRESCINDIBLE son, por sencillas que parezcan, sus Croquetas, ideales para compartir con un buen atardecer de fondo.
FÍJATE EN… La cortina que nos recibe nada más salir del ascensor. Es un retrato de Doña Luz, la mujer latina, pasional y fuerte que ha inspirado este espacio.
*Fotos: Paco Montanet