Una selva caribeña con todo el exotismo que ello requiere y una palapa que podría asentarse en cualquier playa de Tulum. Dos ambientes que nos hacen pensar en un viaje al otro lado del charco pero que con Gracias Padre Jungle están mucho más cerca, concretamente en la calle Sandoval. Aquí, en pleno Chamberí, está ubicado el hermano pequeño (y también mexicano) del Gracias Padre del barrio Salamanca.
Servir la comida mexicana más tradicional es el motor que impulsa las dos sedes de Gracias Padre que, además de este ingrediente, comparten carta de comida y cócteles. Si hablamos del espacio, su fachada cubierta con tablones de madera blancos y con letras azules y rojas en las que se pueden leer las ‘especialidades de la casa’ nos recuerda a cualquier restaurante de la costa caribeña. En el interior (y aquí llega la mayor diferencia entre los dos Gracias Padre) encontramos un lado más salvaje, más verde, más exótico y, en definitiva, más jungle en este segundo restaurante azteca de los hermanos Buenestado. Y al ritmo de la música mexicana que suena en Gracias Padre Jungle, el paladar demanda los sabores más auténticos.
UN PASEO POR LA GEOGRAFÍA MEXICANA
Uno de los desayunos más típico de México son los Chilaquiles, totopos de maíz cubiertos de salsa de chile verde o rojo, en función del gusto del comensal por el picante. En tonos verdes, este es precisamente uno de los entrantes que no puede fallar en la comanda de Gracias Padre Jungle. Aquí los preparan con pollo deshilachado y su gran cantidad los convierten en un entrante ideal para comidas de grupo. Otra de las apuestas seguras cuando hablamos de abrir el apetito son sus Totopos con guacamole, frijoles, pollo mechado y queso gratinado con pico de gallo. Unos clásicos nachos que llegan a la mesa con ingredientes abundantes y sabrosos que forman una bandera mexicana (el verde del guacamole, el blanco de la crema agria y el rojo del pico de gallo).
Después de unos entrantes bien ejecutados y que prácticamente sacian, llega el momento de dejar un pequeño hueco para los tacos, seña de identidad de Gracias Padre. Hechos con una auténtica tortilla de maíz, sus recetas van haciendo un apetecible recorrido por la geografía mexicana. Así, por ejemplo, los que más llaman la atención son sus Tacos de Crispy Fish Baja California, elaborados con pescado rebozado y procedentes de la zona marítima limítrofe con EEUU. Además los Tacos al pastor, un clásico de las calles defeñas, son de los que más gustan junto a los Tacos de cochinita pibil, parte básica de cualquier puesto de comida callejera en todo el país, y que están aquí especialmente sabrosos con una carne tierna y jugosa. En este mismo formato encontramos también los Tacos de Barbacoa de cachete de res a la olla, un guiso propio del Estado de Chihuahua, o los Tacos de carnitas, típicos de la región de Michoacán.
Después de la parte salada, conviene cerrar el capítulo gastro con uno de los postres que nos proponen en Gracias Padre Jungle como, por ejemplo, la Tarta de Tres Leches, una dulce combinación muy aclamada en los países de Latinoamérica. Y al mismo tiempo que cerramos con un señor postre como este, llega el momento de hablar de la parte de coctelería de esta jungla bien chingona.
¡BÉBETE LA JUNGLA!
México no solo se identifica por su gastronomía, las bebidas -alcohólicas o no- son también reconocibles a nivel mundial. Así, por ejemplo, a nadie se le escapa que una jarra de agua de tamarindo puede ser la mejor forma de aliviar el picorcito que a uno se le queda tras saborear, por ejemplo, unos chilaquiles verdes. Por eso, en Gracias Padre Jungle ofrecen una buena selección de esta saludable y rica opción líquida. Además de la de Tamarindo, la variedad está servida con Agua de Jamaica, de Lima y Mango. Para quienes prefieran una cerveza, casi todas las referencias populares en México están en este local de la calle Sandoval y se pueden tomar, cómo no, en forma de Michelada, uno de esos inventos mexicanos que hace que uno se apasione, más aún, de esta forma de comprender y ensalzar la comida.
La idea de Gracias Padre Jungle es también potenciar esa parte de coctelería que, quizás, estaba menos explotada en la sede anterior. Por ello, en su amplia barra -rodeada de los obligados elementos tropicales- conviene pedir alguna de las variedades de Margaritas que hay en la carta. Desde la versión más clásica de este combinado con base de tequila hasta la alternativa Frozen o algunos más ligeros como el Margarita de fresa, el de melón o de maracuyá, entre otros. Aunque a priori uno tienda a pensar que nada igualará a un clásico, quienes prefieran sabores más dulces disfrutarán del de fresa. Dentro de su oferta mixológica, hay espacio también para cócteles propios de otras zonas de América Latina como es, por ejemplo, la Piña Colada -muy bien ejecutada aquí- o el Mojito. La parte de shots está protagonizada, como no podía ser de otra forma, por el dios tequila con las referencias más clásicas y otras realmente premium, no muy comunes en este lado del charco.
EL IMPRESCINDIBLE son sus Totopos con guacamole, frijoles, pollo mechado, queso gratinado y pico de gallo porque están muy ricos y son ideales para combinar con una Michelada en un picoteo con amigos.
FÍJATE EN… la decoración cuidada de todo el espacio pero, especialmente en la parte de la palapa en la que pueden encontrar un neón que, sin duda, será un imán para los fanáticos de Instagram.