Llega un momento en la vida de todo madrileño en el que se va creando sus propias rutas por la ciudad que consisten en ir de local en local. Se las sabe todas y, cada vez que le apetece, hace un par de llamadas, se coge las gafas de sol y se lanza de peregrinación. Al final terminas haciéndote amigo de Paco el del Bar Paco, y tú y Paco tan contentos. Algo que casi siempre ocurre cuando te mueves por los barrios del centro. Pero, ¿qué pasa cuando lo que apetece es explorar otras zonas sin perder todo el día yendo y viniendo de un lado para otro? Porque descubrir otros barrios de Madrid tiene su encanto, pero no se puede negar que a veces lo más rápido para llegar a los alrededores es coger el coche o la moto.
Aunque claro, con todo el tráfico habitual de Madrid y ese bucle de vehículos inundando la ciudad de contaminación se agradece encontrar alternativas de transporte que se preocupen por la sostenibilidad; por eso hemos pensando en contar con una de las empresas de multimovilidad más famosas, Cabify. Ya sea a través de las motos y patinetes eléctricos de alquiler por minutos de MOVO, el carsharing de Wible, o el servicio de bicicletas en suscripción a largo plazo Bive, Cabify nos va a hacer más fácil desplazarnos para conocer un barrio de Madrid que se encuentra en plena ebullición: Latina.
Pero ¡ojo! No hablamos de «La Latina», sino de «Latina», a secas. Más concretamente la zona de Puerta del Ángel, donde empiezan a concentrarse locales con propuestas muy interesantes que harán las delicias de cualquiera que se lance a curiosear por allí. Tendrá que haber vida más allá de Madrid Centro, ¿no? Busca en tu app dónde tienes la moto de MOVO más cercana (sí, MOVO ha extendido recientemente su área de servicio también a este barrio) que nos vamos al otro lado del Manzanares, donde haremos la primera parada.
‘PAPÁ LAO ICECREAM’, LA HELADERÍA QUE TRIUNFA EN EL BARRIO
Si preguntas a los vecinos de Puerta del Ángel cuál es la mejor heladería de la zona la respuesta es siempre la misma: Papá Lao Ice Cream (Saavedra Fajardo, 14). En este pequeño establecimiento junto a Madrid Río no para de salir y entrar gente durante todo el día, y es que sus helados artesanales están realmente tremendos. Bordan los sabores más clásicos como el de pistacho o chocolate, pero también tienen algún sabor original como el de Pitufo o caramelo de violetas que van a flipar a los que prefieren probar cosas que les sorprendan. Además tienen cualquier formato que queramos: tarrina, cucurucho de chocolate, en gofre… y no solo eso: puedes personalizarlo con variedad de sabores y toppings. Un bocado dulce y refrescante para empezar la ruta por el barrio de moda.
La siguiente parada está a 200 metros. Una buena forma de ahorrarnos la camina sería utilizando el servicio de suscripción de bicicletas de Bive, ¿aún no lo conoces? Bive es una compañía que busca fomentar el uso de la bicicleta como alternativa de movilidad urbana, responsable y sostenible. Además, facilita el acceso a bicicletas en propiedad adaptadas al perfil de cada usuario por una cuantía fija al mes. Con ellas llegarás en un segundo al siguiente destino, el Mercado de Tirso de Molina.
MERCADO DE TIRSO DE MOLINA
Si eres aficionado al buen comer, seguro que has oído hablar del Mercado de Tirso de Molina (Doña Urraca, 15). El ruido es cada vez mayor y no nos extraña ni un poco: los disfrutones andan huyendo de forma consciente del abarrotamiento del centro y disfrutando de barrios más alejados que conservan una esencia más auténtica distanciada del turismo. Los mercados de abastos, además, llevan subiendo como la espuma otro buen porrón de años, por eso esta ruta pasa por este en particular. Un espacio antiguo pero con mucha alma y con una envidiable oferta, con opciones para todos los gustos: paellas caseras, comida griega, mexicana-vegana, peruana… En él te van a tratar como en casa, pero en concreto tiene un par de puestos que son de must.
El primero: La Desahuciada, una barra que combina a la perfección el buen producto (embutidos y quesos de gran calidad y km0, además de algunos platos de tradición asturiana que se alejan un poco de los clásicos), con una meticulosa selección de vinos naturales. Pero si hay una cosa que destaca (y acompaña) a todo lo que hacen aquí es el cariño y la sencillez con la que te tratan. El otro local es Pandome, una pizzería artesanal fundada por un panadero italiano y un loco de las pizzas madrileño donde, podemos asegurar, encontraréis una de las pizzas más increíbles de Madrid. Cada vez son más los que acuden a este puesto desde todos los puntos de la capital, y no es de extrañar: se curran mucho las masas y los ingredientes, y el sabor es muy, muy especial.
LA MEJOR BURGER DEL BARRIO EN ‘LA QUINTA DEL SORDO’
Otro de los locales que tenemos que incluir en esta ruta es La Quinta del Sordo (Juan Tornero, 41). Un café del que hablan maravillas de su hamburguesa. Así que si lo que nos mola es comer con las manos aquí tenemos una delicia de carne en potencia. Un negocio más modernito que hace cocina con mucho cariño y que se ha propuesto rejuvenecer y afinar el movimiento burger del barrio. La materia prima es la estrella de la casa y puede convertirse en el plan perfecto para curiosear la zona y parar en boxes a repostar. Aquí uno se puede comer la más famosa, que elaboran a base de carne 100% vacuno, pan brioche, mix de hojas, cebolla morada, mayonesa, tomate y cebolla crunchy. Aunque en este coqueto espacio hay movimiento desde primera hora de la mañana, pues se ha convertido en uno de los sitios favoritos de los vecinos de la zona para desayunar o tomar el brunch -a precios muy de barrio, por cierto- o comer al mediodía alguno de sus completos y suculentos menús.
VINOS ORGÁNICOS EN ‘LA MOÑONA’
Otra parada obligatoria en este recorrido por Puerta del Ángel es La Moñona (Caramuel, 11). Un local amplio y muy luminoso que se ubica cerquita del Parque de Caramuel. En este bar de barrio lo que triunfa es su oferta de vinos, muy variada y original. Vinos todos ellos de producción ecológica, procedentes de bodegas que tienen un firme compromiso con la innovación y la sostenibilidad en todo el proceso de elaboración. Son vinos orgánicos, para paladares curiosos que, como es ley en los bares del barrio, se sirven siempre acompañados de una tapita casera. Este local neocastizo es uno de los mejores bares para comer o cenar de la zona, y tienen un menú degustación con sus mejores creaciones a un precio casi irrisorio.
La Moñoña es por tanto un espacio que apuesta por la sostenibilidad. Al igual que Cabify que se ha convertido en la primera empresa de movilidad urbana que hace uso de la tecnología blockchain para compensar así el 100% de las emisiones (no solo de las emisiones directas como compañía, sino también las de todos los trayectos que realizamos quienes viajamos a través de la app). Porque la tecnología debe crecer aliada contra el cambio climático, y Cabify la utiliza para optimizar las rutas de los viajes y ofrecer así opciones de movilidad más sostenibles para movernos por la ciudad.
Por cierto, si tienes mascota perruna, ¡tu amigui es más que bienvenida en este bar! Mucho rollazo, es lo que tiene La Moñoña.
COMER BIEN Y A BUEN PRCIO EN ‘PAPOSKY’
Paposky (Antillón, 9) es un pequeño restaurante de comida casera y trato amable y cercano donde todos tenemos un sitio en la mesa. Nació como un espacio de comida delivery pero la buena acogida de los vecinos animó a sus responsables a convertirlo en un restaurante donde pudieran degustar sus platos sentados a sus mesas. Su propuesta incluye desde ensaladas y poke bowls, con ingredientes siempre frescos y saludables, hasta los clásicos de taberna como croquetas, albóndigas de la abuela o calamares rebozados. A pesar de su corta vida, Paposky ya tiene un plato emblema que está ayudando a aumentar su número de fieles: las costillas al teriyaki, asadas a baja temperatura y acompañadas de patatas gajo; formidables. Debéis apuntároslo: este es el sitio perfecto para comer bien y pagar lo justo y necesario.
‘LA RIVIERA’, EL MEJOR SITIO PARA CULMINAR LA NOCHE
Aunque hay un puñado de bares por el barrio para ir de copas, nosotros preferimos culminar la noche en La Riviera (Paseo Bajo de la Virgen del Puerto s/n), una de las salas más grandes de Madrid (1.500 m2, ¡ahí es nada!) y con una de las programaciones de clubbing más potentes de la capital. Por no hablar de su extraordinario cartel de conciertos, todos los grandes artistas nacionales e internacionales eligen esta sala cuando recalan en Madrid. Su estratégica ubicación también juega a su favor: a solo 10 minutos de zonas del Centro, como Sol o Moncloa, en coche.
¿Cómo volvemos a casa? En Cabify, no hay duda: es un medio rápido, económico (podemos incluso compartirlo y pagar a medias) y sostenible. ¿Más ventajas? La disponibilidad, podemos reservar el coche y la hora que deseamos que nos recojan a través de su app, y el precio ya cerrado: al final del trayecto solo pagarás por el precio que previamente has aceptado y que viene sin sorpresas.
Ahora ya podemos decirlo alto y claro: Cabify no solo te lo pone fácil para moverte por la gran ciudad, sino que con sus servicios multimovilidad (taxi, VTC, MOVO, Bive o Wible) te conecta con otras zonas de Madrid o entre los puntos del barrio que quieras (¡anda que no son grandes los barrios en la capital!).