Madrid despertó de un largo letargo de represión en la década de los años 80, lo que en el contexto de la vida nocturna se convirtió en una explosión sociocultural que se conoció como “la movida”. Desde entonces, siempre ha apostado por el ocio y la oferta nocturna como uno de sus grandes atractivos convirtiéndose así en una de las ciudades de referencia a nivel mundial en este sentido.
Por supuesto la escena no ha dejado de evolucionar y readaptarse a los nuevos tiempos. Desde hace ya varias décadas la capital de España se ha convertido en uno de los destinos turísticos más reclamados de Europa. Su gran cantidad de visitantes internacionales, así como la multitud de gentes que habitan en la ciudad producto de varias oleadas de inmigración tanto interior, como del resto del mundo, han generado una demanda variada y diversa para todo el abanico de oferta que tiene Madrid. Los espectáculos culturales, deportivos, las discotecas, clubes, tascas, pubs, terrazas de moda, restaurantes o bares de toda la vida, conviven a lo largo y ancho de sus calles.
Si eres comerciante en la ciudad y conoces de primera mano las necesidades de la autopromoción, estás de suerte porque Madrid está repleto de gente con ganas de disfrutar y pasarlo bien. Desde la página web del negocio hasta la promoción y la publicidad a pie de calle o desde nuestro local con productos como estos. Los hosteleros han de ser siempre los primeros interesados en seguir haciendo de la ciudad un hervidero para los que disfrutan de la urbe cuando la mayoría duermen.
El cliente extranjero gana peso en la noche de Madrid
Durante muchos años fueron los propios madrileños o turistas nacionales quienes han mantenido a flote la vida nocturna de la ciudad. Sin embargo, a medida que el turismo y la inmigración fueron creciendo en Madrid, el hábitat también se fue modificando.
Las comunidad latina, por ejemplo, copa ahora gran protagonismo en el ocio nocturno de la ciudad, desde que a principios del nuevo siglo empezaron a llegar inmigrantes de ese continente. Atraídos por la benevolencia de su clima y el conocimiento del idioma, estos nuevos ciudadanos han aportado toda su energía y dinamismo a la capital ya sea como ofertantes o consumidores.
De Europa tampoco dejan de llegar turistas durante todo el año en búsqueda de los placeres de la ciudad. Desde las tapas al chocolate con churros pasando por los espectáculos flamenco y mucho más. Huertas, Malasaña o La Latina reúnen gente de todos los rincones del planeta con un sólo hilo conductor: disfrutar de la noche.
La comunidad LGTB también es otro sector que enriquece la noche y a la ciudad en general. Madrid se ha convertido en una de las ciudades bandera del movimiento y fue nombrada capital mundial del día del Día del Orgullo en el 2017, con su centro neurálgico en el festivo barrio de Chueca.
Definitivamente, Madrid pasa por uno de sus mejores momentos en muchos ámbitos y el de la vida nocturna es indudablemente uno de ellos.