El teletrabajo, una oportunidad para mejorar nuestra calidad de vida
La crisis del Covid-19 ha provocado grandes cambios en nuestra sociedad y estilo de vida. En mayor o menor medida, todos hemos sentido sus consecuencias, desde las limitaciones de movilidad y formas de relacionarnos con los demás, hasta tener que trabajar desde casa para mantener a raya el virus. Ahora que ya se vislumbra la luz al final del túnel podremos retomar nuestra vida anterior y poco a poco iremos liberándonos de muchas de las prohibiciones que actualmente condicionan nuestra vida. Pero no todas. Algunas de las medidas que se han adoptado en estos meses nos han permitido avanzar en temas como los servicios de delivery o el teletrabajo.
Se ha comprobado que las empresas pueden mantener perfectamente su actividad con buena parte de los empleados realizando tareas desde casa; y, con ello, que no es imprescindible vivir en una gran ciudad para pode acceder a un puesto de trabajo cualificado. Algo que va a cambiar nuestro estilo de vida (menos desplazamientos, más tiempo libre, menos estrés) y, con el tiempo, la fisonomía de las grandes ciudades. Por ejemplo, si todo sigue así, podremos vivir y trabajar en Alcalá de Henares, cerca de Madrid, pero prestando servicios para una empresa puntera con sede en Madrid. Residir en una casa amplia, con jardín o terraza, donde también tengamos nuestra oficina, deja de ser un sueño inalcanzable. Ahora es un lujo al alcance de todos.
El confinamiento que vivimos en los primeros meses de pandemia y los más de ocho meses que llevamos trabajando desde casa, en muchas ocasiones, compartiendo espacio con nuestra pareja o teniendo que hacernos cargo también de los niños, nos ha hecho ver la falta de metros cuadrados que tienen nuestros hogares, o lo mucho que necesitamos una terraza o grandes ventanales con luz natural. Salir de la gran ciudad no solo tiene ventajas para nosotros, también para la propia urbe, que verá cómo se reducen los índices de contaminación y cómo mejora la movilidad y las comunicaciones. Es más, al caer la demanda, también se reduciría el precio de la vivienda en los barrios más céntricos.
Apostar por el teletrabajo es mucho más fácil en regiones como Madrid que cuenta con numerosas e interesantes poblaciones, muy cerca y muy bien comunicadas con la capital, donde es posible disfrutar de un estilo de vida más sosegado pero con todos los servicios y ventajas que tiene la gran ciudad. Localidades con urbanizaciones y zonas residenciales donde es posible comprar una casa más grande, alejada de los ruidos, en las que vivir sin estrés, sin sufrir atascos, sin problemas para aparcar y hasta más cerca de la naturaleza. Es lo que siempre hemos llamado «calidad de vida».
Pasarán los años y todos recordaremos el 2020 como un año nefasto. Pero quizás también pase a la historia como el año en que se produjo el cambio definitivo hacia un nuevo estilo de vida, en el que el trabajo deje de condicionar tanto nuestra vida personal, y podamos vivir en entornos más humanizados que también mejoren nuestra calidad de vida. Para ello debemos aprovechar lo aprendido en este tiempo y demostrar que las ventajas de trabajar desde casa no se deben solo a una situación coyuntural, como la generada por el Covid-19. Al trabajar en otro entorno, gozar de más tiempo libre, poder conciliar nuestra vida familiar y vivir en una vivienda de mayores dimensiones el empleado gana en calidad de vida. Y con él la empresa, que verá cómo se reducen sus costes y mejora la productividad de sus empleados. ¡Todo son ventajas!
