*** ESTABLECIMIENTO CERRADO ***
En poco tiempo, Tiradito, el restaurante peruano del chef Omar Malpartida, ha conseguido ser una referencia en la cocina peruana en Madrid, combinando técnicas y productos de aquí y de allá con un resultado exótico y elegante. Dispuestos a ofrecer una experiencia más redonda, el restaurante ha abreviado su carta, que se ajusta a la temporada, y han incluido dos nuevos menús degustación planteados como viajes: uno más breve y ceñido a los clásicos peruanos, y otro más largo y con toques de fusión. Lo que se mantiene es su Pisco Bar, con más de 30 referencias de macerados de pisco y frutas tropicales. Dispuestos a conocer las posibilidades que ofrece el combo entre la gran variedad de cócteles del Pisco Bar y los platillos peruanos, elegimos tres parejas para acercarnos a su nueva carta.
Y desde el primer plato queda claro que la cocina de Tiradito no es convencional: el ceviche ‘Alkalde’ se elabora con bacalao, un pescado más propio del Atlántico norte que del Pacífico, un encuentro vasco-peruano, que cambia la cebolla morada por chalotas glaseadas. Sabroso y cítrico, se acompaña con un mojadito, versión del mojito con maracuyá, mango y hierbabuena, uno de los muchos cócteles sin alcohol que encontraremos en su carta de combinados.
El segundo plato, al que la carta de Tiradito se mantiene fiel, es la patarashca, un plato selvático de pescado cocinado en hojas de plátano, y que aquí se termina en la mesa con un bisque, un guiso de berberecho, cangrejo de río y especias amazónicas. El punto picante de ají de la selva de la salsa pide una bebida refrescante como el clásico pisco sour, el más tradicional de los cócteles de esta barra pisquera.
Y volviendo a la fusión, un cierre tan interesante como el Concolón de Pato, una receta que se encuentra tanto en su carta como en su menú degustación: técnica de socarrat para una torta untuosa y crujiente de arroz, sobre la que se sirve un magret de pato con encurtidos de la tierra peruana. Para un plato así, un cóctel que es puro espectáculo, y no solo por su sabor, sino porque sale a la mesa envuelto en humo, una de las señas de identidad de Tiradito. Es el Citronella Punch, un macerado de fresas, piscos, un poco de zumo de lima, citronella y licor de sauco.
Pero todavía hay más imprescindibles en el menú. Los clásicos patacones, su ceviche de corvina ahumada o un anticucho; lo mismo ocurre con su carta de cócteles, con bebidas a base de chicha o su ‘Pisco tonic’. Con combinaciones así, es un gusto prestarle el paladar al equipo de Tiradito para dejar que te sorprendan.
Tiradito. Conde Duque, 13, <M> San Bernardo.