Uno de los mejores fotógrafos de la era contemporánea en la Fundacíon Mapfre
Un niño criado en una familia burguesa, una adolescencia marcada por el suicidio de su padre, juventud repartida entre París y Estocolmo, Guerra Civil Española y Segunda Guerra Mundial, compromiso político y eterna entrega a su pasión, las artes gráficas. Estos son algunos de los acontecimientos que influyeron en la vida del sueco Christer Strömholm, pero también en su canal de expresión, la fotografía, pues él mismo consideraba que no podía plasmarse aquello que no se llevase dentro.
La obra del sueco es su particular legado autobiográfico, a través del que muestra sus viajes, sus emociones, las situaciones convulsas que le tocaron de cerca, la dificultad de vivir y, asimismo, el humor con el que quiso retratar estos momentos. La cámara se convirtió en una extensión de él, por lo que su colección es tan personal como viva: en ella también se capturan escenas callejeras, con prostitutas o guardias civiles.
Ahora podremos descubrir todo su trabajo gracias a la exposición titulada con el mismo nombre del autor en la Fundación Mapfre. Se trata de una completa retrospectiva de sus fotografías, desde las primeras que realizó en los años 50 hasta las más recientes, en las que podremos conocer todas esas historias, individuales y colectivas, de aquí y de allí, que hay detrás de cada instantánea. Entenderéis por qué se le considera uno de los fotógrafos más relevantes de la era contemporánea.
La muestra estará activa hasta el domingo 5 de mayo en la Sala Recoletos de la Fundación Mapfre (Paseo de Recoletos, 23). El precio de la entrada es de 5 € y puedes adquirirla en la web de la sala. Los lunes, por cierto, la entrada es gratuita.
