Las pinturas judías de Rembrandt se instalan en el Centro Sefarad-Israel

El artista neerlandés Reembrant no era judío ni tenía raíces judías en su genealogía. Sin embargo, se convirtió en uno de los pintores de su época que más y mejor reflejó a las comunidades judías de Ámsterdam del siglo XVII. Y es que, como vecino del barrio judío de la ciudad conoció a muchas familias de esta religión y costumbres, lo que le despertó una fascinación por el mundo hebreo que retrató en muchas de sus obras. Algunas de ellas se pueden ver en la exposición ‘Rembrandt: un retrato del mundo judío desde Ámsterdam’, que se podrá visitar de forma gratuita en el Centro Sefarad-Israel (Mayor, 69) hasta el miércoles 26 de octubre.

Comisariada por la historiadora Alba Carballeira, la muestra pretende construir, por primera vez, una narrativa única a través de la exhibición de reproducciones de las obras más desconocidas del pintor barroco. Un repaso a una producción llevada a cabo en su casa-taller de Breestraat, Ámsterdam, a la que llegó en 1624. En este área de la ciudad, Rembrandt y su familia convivieron con los más afamados artistas de la época, así como con las familias judías más representativas del momento. A su paleta se atribuyen sublimes retratos de estas figuras sefardíes y asquenazis.