La fachada de Gruta 77 se ilumina con los rótulos comerciales más castizos
A lo largo de los años los barrios madrileños han dicho adiós a muchos de sus comercios más auténticos; casi todos regentados por familias. El bar Lozano, la sastrería Pajares, las lámparas Santiago, la frutería Sánchez y el restaurante Li -entre muchos otros- cerraron sus puertas para no volver a abrirlas; pero no todo se perdió. Sus rótulos han sido rescatados por el colectivo Paco Graco (Patrimonio Común de Gráfica Comercial) que ahora los exhibe en ‘Hijas de Rojas’, una instalación temporal que rinde homenaje a los apellidos de las familias que trabajaron en Madrid durante los últimos ochenta años.
La misión del colectivo va mucho más allá de la nostalgia de querer conservar los rótulos que han adornado la ciudad durante décadas -que también-, Paco Graco quiere dar valor y defender el patrimonio histórico madrileño que debería ser común, y no acabar en el salón de alguien, o en un basurero. Con su trabajo se han recuperado y restaurado 200 rótulos comerciales de la ciudad; algunos ya expuestos en 2019 en Casa del Reloj de Matadero. Ahora, y hasta finales de abril, 10 de estas grafías se iluminarán cada noche en la fachada de la sala de conciertos Gruta 77, en Carabanchel (Cuclillo, 6).
Javi Cruz ,con la colaboración de la Fundación IED del Instituto Europeo di Design, ha sido el artista responsable de dar forma a este árbol genealógico homenaje a las familias que levantaron y habitaron los barrios de la ciudad. El nombre de la instalación sigue la esencia del relato que cuenta, por ello está construido a base de los rótulos rescatados de la galería comercial ‘Hijas’ (cuya ‘a’ se ha perdido con el tiempo), de las Tintorerías Benidorm (‘de’) y de la relojería joyería Rojas.
