Meriendas british en el hotel más deslumbrante de la capital
Cuando en 1910 se inauguró el Ritz (hoy Hotel Mandarín Oriental Ritz), solamente miembros de la aristocracia y la realeza podían permitirse disfrutar de este sofisticado y glamuroso lugar. Por suerte, esto cambió hace tiempo. Desde que rebajó sus normas de etiqueta, no solamente pasan por aquí celebridades y personas de renombre. Todo aquel que quiera adentrarse en sus estancias y envolverse en su inigualable estilo puede hacerlo. Más ahora que, tras la espectacular remodelación que realizó en 2021, el hotel ha incorporado diferentes espacios gastro de muy alto nivel.
Uno de ellos es Palm Court, el increíble restaurante (bonito a rabiar) ubicado en el lobby del hotel bajo una enorme cúpula de cristal que tiene a Quique Dacosta como Head Chef. En este escenario se celebra todas las tardes (16:00-18:30h) el Afternoon Tea, una cita muy british, que incluye tanto bocados dulces como salados, copa de cava y, cómo no, el té. La selección de tés para elegir es realmente magnífica, aunque también se puede optar por otras bebidas calientes como su Hot Chocolate, con un 70% de cacao venezolano puro.
En cuanto al menú, la primera ronda de bocados nos llega en una bandeja de plata de 3 pisos (por cierto: hay que fijarse bien en la cubertería, pues todos los utensilios son de los primeros años del Ritz). Conviene empezar por abajo, donde se encuentran los aperitivos salados: de ensalada capresse; de pollo y mostaza; de marisco con mayonesa de cacahuete y nuestro favorito: de salmón asado con salsa teriyaki y huevas de pez volador. Los dos pisos de arriba están ocupados por exquisitos pasteles y tartaletas: Leonesa de Mousse de Almendra; Tartaleta de Crema Fresca con Mermelada de Cassis; Dados de mousse de turrón con naranja y Magnum de tres chocolates, ¡cada cual más sublime!
Una vez vaciada la fuente toca el momento de degustar sus scones, que podemos rellenar con buttercream, mermelada de violetas y otras muchas confituras de excelente calidad. Una maravilla, como todo lo que nos rodea en este bellísimo salón, que cuenta hasta con un pianista para poner la mejor banda sonora a la experiencia.
