Tenemos nueva y muy interesante sala de exposiciones en Madrid. Hablamos de la Galería de la Real Fábrica de Tapices que, a partir de ahora, acoge exposiciones temporales con colecciones de alfombras y tapices. Sin embargo, la historia de esta institución no es reciente; tiene tres siglos de historia a sus espaldas. Se remonta al siglo XVIII (1719), cuando el entonces rey Felipe V mandó construir una fábrica de tapices con el fin de impulsar la economía del país y, para ello, el sector textil como industria.
Su primera ubicación fue en la casa del abrevadero (lo que hoy sería el comienzo de la calle Santa Engracia), donde permanecería hasta 1882, cuando Alfonso XII lo derribó para seguir extendiendo la ciudad. Pero no desaparecería, pues se mandaría levantar en otra localización, en la zona del Olivar y Huerta del Convento de Atocha (Calle Fuenterrabía, 2). El Arquitecto Mayor de Palacio, José Segundo de Lema, fue el encargado de diseñar el impresionante edifico neomudéjar de casi 7.000 m2 que albergaría la nueva fábrica.
Conservar, restaurar y crear tapices
A lo largo de su historia ha pasado por varias funciones, pero su actividad siempre ha estado relacionada con la fabricación y reparación de tapices. En un principio su labor era la creación, revisión y enseñanza de las tareas del tapicero, así como el aprovisionamiento de materiales para su ejecución. Cuando más tarde se unen a esta fábrica la de Santa Bárbara y la de Santa Isabel, toma el título de Real Fábrica de Tapices (1744). Principalmente ejecuta encargos reales aunque poco a poco irán sumándose a su clientela las clases más acomodadas. Además, también tenía la labor de estar al servicio del Patrimonio Nacional.
Nueva actividad: sus exposiciones
Sufrió unos años de parón durante la Guerra Civil, pero después recupera su actividad aunque desvinculada del Patrimonio. No fue hasta 1982 cuando recupera el título de Real Fábrica. Y ya en 1996 se convierte en la fundación que conocemos hoy en día: la Fundación Real Fábrica de Tapices, cuya función es conservar el legado histórico de los telares, alfombras y tapices nacionales. No solo eso, a día de hoy aquí se siguen fabricando alfombras, tapices y reposteros de forma totalmente manual, manteniendo la tradición textil española y fomentando su transición hacia una producción de alta calidad y 100% sostenible.
Gracias a las exposiciones que organiza en su galería, podemos ver algunas de las piezas pertenecientes a su colección histórica, aunque también se organizan muestras para exhibir trabajos recientes realizados por sus obradores, muchos de ellos en colaboración con artistas de renombre. A estos hay que añadir exposiciones itinerantes relacionadas con el arte de tejer y la artesanía que también pasan por aquí.
Visitas guiadas a diario
Pero, además, este edificio neomudéjar, que aún sigue en activo, guarda muchas estancias y obradores históricos que también son dignos admirar, como la Sala Goya, un antiguo obrador que se ha transformado en espacio para eventos; o la Sala Teniers, que estaba dedicada a la exposición de tapices. Y, cómo no, su jardín etnobotánico que cuenta con algunas de las plantas que suministran las fibras textiles o tintes que más tarde se emplean en los tejidos.
Puedes conocerlo sumándote a las visitas guiadas que regularmente organiza la Real Fábrica. Estas tienen lugar de lunes a viernes por la mañana (varios turnos) y de lunes a jueves por la tarde (16h). Los grupos no suelen tener más de 5 visitantes: se trata de que descubráis como se merece uno de los espacios más bellos de Madrid y todo lo que sucede en él.
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