La arquitectura modular se basa en la creación de instalaciones a partir de distintas piezas que pueden separarse, pero que guardan unas dimensiones y proporciones similares. Este tipo de composición las hace fácilmente desmontables y, por ello, son adaptables a una nueva ubicación. El Pabellón de los Hexágonos, con el que España participó en la Exposición Universal de Bruselas de 1958, fue pionero en la concepción de este tipo de construcciones y se convirtió en el punto de partida para lo que pasó a denominarse arquitectura moderna española.
Una construcción revolucionaria
Acero, vidrio, aluminio y ladrillo son los únicos materiales con los que los arquitectos José Antonio Corrales y Ramón Vázquez Molezún realizaron esta construcción que logró hacerse con el Premio de Arquitectura celebrado en la misma Exposición Universal. La organización solo había puesto dos condiciones: que se respetara la naturaleza del sitio elegido para la celebración de la Exposición y que fuese fácilmente desmontable. Y el diseño español terminó fascinando a los jueces, por su carácter innovador y su estructura a base de la repetición de un mismo elemento modular, el hexágono. Se recurrió a esta geometría por su gran adaptación al espacio, y por sumar cualidades de estabilidad y resistencia. Si te fijas en los panales de abejas, en algunos corales o en los caparazones de tortugas, encontrarás hexágonos.
Traslado a la Casa de Campo
Esta imponente estructura llegaría a España tan solo un año después de ganar el certamen, y la ubicación escogida sería el recinto ferial de la Casa de Campo, al que se amoldaría perfectamente, esta vez cambiando la disposición inicial en V por una triangular. En un principio, se utilizó para celebrar las ferias de campo que se organizaban en el parque durante los años 50 y 70; pero una vez dejaron de celebrarse, la construcción quedó abandonada.
Una pena que una joya arquitectónica como esta quedara olvidada… ¡hasta ahora! En 2019 se diseñó un plan de remodelación para el edificio, por el cual se pretendía rehabilitar una tercera parte de la construcción como museo. Es decir, unos 850 m2 de los 3.020 que forman el total -ahí es nada-. Cinco años después las reformas ya han terminado y puede visitarse. Además, en un futuro, el remozado Pabellón de los Hexágonos acogerá un nuevo Museo de Arte Contemporáneo.
Visitas guiadas gratuitas
Además de piezas de arte de creación contemporánea, el museo contará con una sección permanente dedicada a la propia construcción, donde podremos aprender de los materiales y técnicas empleados, los modelos de adaptación en Bruselas y Madrid y, por supuesto, la historia y el contexto -aunque en eso te ayudamos un poco con este artículo-.
El plan de contenidos para la nueva vida del edificio vendrá a cargo del profesor de la Escuela de Arquitectura Pepe Coca, que se ha ocupado de transcribir todas las labores que tienen que ver con la futura musealización del espacio. Pero, para tu suerte, actualmente ya ha abierto oficialmente para una primera temporada de visitas guiadas gratuitas. Puedes conocer fechas y disponibilidad en la web del Programa Pasea Madrid.
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