‘La Francerie’, aires parisinos en la glorieta de Quevedo

*** ESTABLECIMIENTO CERRADO ***

Un café inspirado en los que te podrías encontrar caminando por cualquier calle del centro de París, pero adaptado a Madrid y, sobre todo, a las necesidades de la gente que transita por la zona en la que está ubicado, en plena glorieta de Quevedo. Este es el concepto que hay detrás de La Francerie, un local de estética cuidada pero sencilla, donde se han mimado los detalles –como su bonito suelo de baldosas hidráulicas–, pero sin perder la esencia de barrio ni caer en los clichés decorativos parisiennes al uso, y donde se puede comer o picar algo desde la hora del desayuno hasta la cena.

Su oferta va cambiando a lo largo del día: a primera hora, el olor a café lo impregna todo y lo que reina es la bollería de mantequilla –preparada a diario allí mismo–, especialmente sus croissants; a media mañana, aparece también la oferta salada, y en los mostradores comienzan a colocarse ensaladas, bocadillos, sándwiches, quiches, wraps y, cómo no, la estrella de su carta, las galettes –una especialidad bretona similar a las crêpes, pero en la que la masa se elabora con harina de trigo sarraceno, lo que le da una consistencia mayor que a las crêpes que estamos habituados a tomar–. De secreto con pimientos, de bacon con queso, de pollo o de salmón con queso crema son algunas de las opciones con las que podemos rellenar nuestras galettes, que se preparan al momento y son ideales para una comida o cena ligera o para tomar a media tarde, a modo de merienda.

Cuentan con varias opciones de menú, pensadas para diferentes ocasiones, dependiendo de si queremos comer más o menos, en formato express o de forma más tranquila: el Grand Menú se compone de una crêpe, una ensalada o un sándwich, con una bebida a elegir; el Momento Midi da a alegir entre una baguette mediana, una Croque Monsieur (sándwich de jamón y queso con bechamel gratinada), medio sándwich, un wrap o una porción de quiche, también con una opción de bebida; el Momento Express, pensado para aquellos que van con más prisa, consta de una baguette + bebida; y, por último, un Menú Dulce, en el que podemos elegir entre su oferta de tartaletas, tartas, gofres y tortitas, acompañadas de un café, una infusión u otra bebida. Todos ellos se pueden complementar con diferentes elementos, como mini ensaladas, taboulé o fruta fresca, entre otras opciones.

Sus macarons, crêpes y helados completan la parte dulce, con la que darse un capricho en cualquier momento, y los fines de semana ofrecen un brunch hasta las 14h, con opción Grand –que consta de opciones dulces, saladas y un postre– y Petit –que incluye la parte dulce y salada, pero sin postre–. Entre las bebidas, además de cafés e infusiones, destacan sus smoothies, elaborados al momento con frutas frescas. Además, hay una gran variedad de opciones gluten free y todos los platos de la carta se pueden pedir tanto para llevar como para degustar allí mismo, ya sea en el interior del local o en su agradable terraza.