*** ESTABLECIMIENTO CERRADO ***
Encontrar un lugar que derroche personalidad como lo hace Calavera no es sencillo. Desde el momento en el que cruzas su puerta, uno se encuentra inmerso en un universo lleno de matices, en el que resulta complicado reparar en todos los detalles decorativos con los que sus dueños han querido poner un sello distintivo a este proyecto. De hecho, el propio nombre del establecimiento ya nos cuenta algo más sobre su promotora: Sara es una apasionada de las calaveras decorativas y las colecciona desde hace años. Por eso, cuando su pareja y ella se pusieron manos a la obra con este proyecto, no lo dudaron y eligieron este nombre. Además Sara, que también es decoradora, decidió plasmar el nombre del local en unos cuantos detalles del mismo: desde los cojines que reposan sobre uno de los sofás que recibe a la entrada hasta los vasos en los que se sirven algunos de sus cócteles.
Su decoración es ecléctica, tal y como la definen los dueños. Va desde el estilo industrial hasta el rococó, pasando por un vintage algo oscuro. Cada una de las piezas de este cocktail bar parece tener una segunda vida en él. Sorprende especialmente una bañera que sirve como maceta de grandes proporciones a una gran variedad de plantas, y también un banco de trabajo que parece sacado de una carpintería y sobre el que se asienta un gran espejo de inspiración retro; una especie de tocador que invita a huir del narcisismo de buscar nuestro reflejo para charlar largo y tendido con nuestro acompañante y un buen cóctel.
CÓCTELES Y FINGER FOOD
Unos cócteles que son la esencia de Calavera y que resultan tan eclécticos como la propia decoración del establecimiento. La carta de combinados está dividida en dos partes diferenciadas. Por un lado, encontramos las recetas más clásicas como el Margarita, el Long Island, Manhattan o el Mai Tai; y, por el otro, algunos cócteles de autor diseñados por los responsables del establecimiento y entre los que destacan el Bloody Sara, a base de mezcal reposado, zumo de lima, zumo de tomate, salsa worcestershire, tabasco, sal y pimienta, o el Calavera Fruit Punch -servido, cómo no, en una calavera de vidrio- y que contiene vodka negro, passoa, crema de frambuesa y zumo de naranja. La esencia de estos cócteles se basa en buscar combinaciones «negras», que guarden relación con ese concepto que evoca la Calavera.
Además de cócteles, en el apartado de bebidas llaman la atención dos referencias vinícolas: un Ribera del Duero llamado Calavera y elaborado especialmente para este cocktail bar, y una referencia italiana que es un vino blanco de doble fermentación y biológico llamado Poggio di Grazia.
Aunque su esencia de coctelería prima por encima de todo lo demás, en Calavera también hay tiempo para el picoteo y de ahí nace su carta finger food con algunos platos sencillos como Tartar de berenjena, Artico Pastrami o, uno de sus platos estrella, las Alitas calavera que son alitas de pollo marinadas con yogur, curry y un toque de pesto acompañadas de arroz aromatizado. Además, suelen sacar pequeños aperitivos que van pasando por las mesas para que los clientes puedan probar algunos bocados mientras disfrutan de sus cócteles.
Tras disfrutar de la planta principal de este local de la calle Valverde, Calavera cuenta con otros dos espacios que, simulando una cueva, invitan a planes más íntimos o a grandes fiestas nocturnas en las que pinchan diferentes DJ’s y que varían sus temáticas en función de la semana. En estas cuevas, con un carácter algo más clandestino, también se planean reservados para cumpleaños o fiestas con amigos que pueden extenderse hasta que el cuerpo aguante.
EL IMPRESCINDIBLE Muy instagrameable y perfecto para los amantes de los cócteles dulces, el Calavera Fruit Punch es una buena apuesta.
FÍJATE EN… Todos los peculiares muebles que decoran este local porque están a la venta.