Alberto y Javier son Alberto Villarroel y Javi Goya. Dos pesos pesados del buen comer y beber de Madrid. El primero lleva detrás de Santos y Desamparados, la coctelería de aire oscuro y alternativo de la zona, cinco años. Y el segundo es el hombre que capitanea los mejores locales de la parte baja de Huertas, ahí se sitúan Triciclo, Tandem, Sua y Taberna La Elisa. Es en esas mismas calles, entre subidas y bajadas, donde los dos han inaugurado Vendittas, un concepto de bar inquieto y divertido, que pone en valor las copas de siempre, pero con un leve toque diferenciador, buen cristal, buenos mixers, destilados de altura y bitters que levantan todo.
El local aún está arrancando. Lo primero que indica Villarroel es que las paredes necesitan más decoración, no le va el minimalismo, a pesar de que sus tragos hagan alarde de ello. Una de las paredes quiere reflejar la historia del copeteo madrileño con nombres de ayer y hoy: copa, pelotazo, peloti, chisme, cubata… Pasión por los combinados que lleva de forma clara y perfecta a las elaboraciones que ofrecen.
Lo otro que llama poderosamente la atención son las dos barras a la vista, en una para crear las bebidas y en la otra para el tapeo, siempre al momento y con precios comedidos, como no podía ser menos, viniendo de estos dos titanes de la hostelería capitalina.
VENDITTAS EN VASO LARGO
A los copazos los han llamado vendittas y son actualizaciones, en vaso largo y ancho —hechos por la firma de cristalería Blow—, de grandes tragos de siempre donde disfrutar de rones, ginebras, tequilas o whiskies. Una Negrona evoluciona el tan de moda Negroni, pero con nuestro socorrido y no tan demandado Bitter Kas; el popular Destornillador aquí lleva pomelo, fruta de la pasión y un punto muy leve de vainilla; o el Cuba Libre mejora con lima, ginebra y angostura, además de ron y coca cola. Son más de una decena donde poder lanzarse a probar y experimentar, siempre con un buen hielo y con tiempo. Para saborear y conversar, como le gusta decir a Villarroel, que tampoco ha querido dejar de lado su conocimiento agitando cocteleras.
En Vendittas también se pueden beber clásicos (Martínez, Moscow Mule, Adonis, Rusty Nail), viejas creaciones llevadas a la excelencia en Santos (Dragon Amarillo) o nuevas recetas (Gilda, Diablo, Tormenta) que quieren llegar a la clientela del recién estrenado espacio. Y buena selección de birras, con una Grimbergen, cerveza tostada de doble fermentación, cuyo origen está en Bélgica.
Y PARA PICAR…
Por último, acompañando y dando personalidad a la parte líquida, están las raciones y el “para picar”, que llaman ellos en la carta. Un económico Cucurucho de torreznos; Mortadela trufada con lascas de pecorino; Salmón marinado por ellos mismos con crema agria, rábano picante y encurtidos; Ostras francesas, carnosas y si se quiere aliñadas con un mix de cítricos; o Cecina de Astorga de Castro. La cecina también figura en el capítulo de tostas, que también preparan con Sardina ahumada, queso de tetilla y salmorejo o Burrata con tomate seco y mortadela trufada.
Goya promete dinamizar y ampliar la carta. En breves habrá pizzas, por ejemplo. Y no es para menos, teniendo los templos gastronómicos que tiene a su cargo solo podemos esperar la excelencia.