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Ruta por Conde Duque: 4 nuevos bares con mucho estilo

Helena Menéndez

Conde Duque es uno de los barrios más bellos y llenos de encanto de Madrid. Situado alrededor del antiguo cuartel que le da nombre, sus calles estrechas y plazas esconden tabernas, restaurantes y tiendas muy, muy especiales que son todo un imán para aquellos que buscamos huir de la multitud que inunda Gran Vía, Plaza de España o Malasaña. Aunque también es verdad que su proximidad con estos puntos es otro de los atractivos del barrio.

A todo esto hay que sumarle estos cuatro nuevos locales con mucho estilo y en los que se come y bebe divinamente.

‘Pepa y Josefa’: un bar muy castizo para un tapeo tradicional

Esta pequeña taberna en la calle Cristo lo tiene bien claro: lo tradicional nunca pasa de moda. Tras su barra encontramos a Jesús Morata (creador del conocido restaurante Dolores y Lola). Con una decoración de lo más castiza, con fotografías antiguas de la ciudad, carteles vintage de bebidas e ilustraciones de gatos muy castizos, Pepa y Josefa presume de una formidable selección de vinos, la mayoría provenientes de Aragón, vermut de grifo, increíbles gildas y platillos elaborados con conservas gourmet.

Aunque su bocado estrella, y el que hará que vuelvas por aquí una y otra vez, son sus molletes. El de chicharrón es un auténtico manjar; utiliza un chicharrón que adquiere a un exclusivo preveedor de Cádiz que quita el sentío.

 

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‘La Pastelería’: un bar de vinos lleno de encanto

La Pastelería es abacería, bar y espacio cultural. Lo tiene todo para convertirse en el it place del barrio. Nadie puede resistirse a entrar en este legendario local de la calle Palma que se ha transformado en un deslumbrante bar de vinos por obra y gracia del grupo Bamboleo, artífice de algunos de los bares con más encanto de la capital como son Malpica, Toboggan o El Circo de las Tapas.

Aquí el protagonista por excelencia es el vino. Y no solamente los tan de moda vinos naturales, también hay una cuidada selección de vinos orgánicos, olorosos, dulces, secos, con burbujas… E, importante, el personal conoce perfectamente las cualidades de cada una de las etiquetas con la que cuenta su bodega, y van a saber mejor que nadie cuál recomendarte según tus preferencias o platos con los que deseas armonizar. Si prefieres cerveza, cuenta con prácticamente todo el catálogo de La Salve, cervecera de Bilbao aún poco conocida en la capital.

En cuanto al tapeo, platos sencillos pero de inmenso sabor elaborados con conservas, encurtidos y embutidos de primer nivel. Sus Anchoas Santederiñas con Tomate Triturado, los Mejillones de la Ría en Escabeche o el Atún Encebollado de Barbate son insuperables.

‘La Cosecha’: un agradecido rincón de México

Aunque en la zona imperan las tabernas y los menús tradicionales, también hay espacio para las cocinas de otras latitudes. En este apartado debemos incluir La Cosecha, un lugar en el que se sirven platos con sabor a Ciudad de México acompañados (cómo no) de cócteles con un toque de picante. Su especialidad son los Chilaquiles Divorciados: totopos de maíz con pollo asado a la plancha bañados en dos salsas (roja y verde, de ahí el nombre). Llevan también nata, queso y cebollita a modo de toppings; una verdadera delicia.

No podían faltar los tacos. El de cochinita pibil es de diez. La ración contiene tres unidades, dato muy a tener en cuenta de cara a hacer la comanda en la que también estaría bien incluir su aguachile tijuanero, unas enchiladas zacatecanas o las costras de quesos.

Para beber, es imprescindible probar su michelada, con un extra de tajín que le da una potencia inigualable. El precio medio del restaurante oscila entre los 25-30€ p.p.

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‘Marrufo’: más que una coctelería de barrio

Para acabar la tarde nada mejor que dirigirse a Marrufo, en la calle Noviciado. Esta coctelería se encuentra donde antes estaba Casa Candi, un mítico del barrio que conseguía reunir a todo tipo de gente, y a cualquier hora del día. Aunque ya hemos hablado sobre Marrufo en alguna ocasión, reiteramos que es uno de los sitios más especiales de Conde Duque.

En su carta están todos los cócteles clásicos, aunque algunos de ellos han sido reformulados con mezcal; no en vano sus responsables son originarios de Oaxaca, el estado del que procede la mayor parte del mezcal que se produce en México. Este es también la base de sus creaciones propias, como Electric Güera Acid Test (mezcal, cordial de hibiscus y zumo de limón), nuestro favorito.

Si te preguntas si los aperitivos de Marrufo son tan animados como los de Casa Candi, la respuesta es sí. Es más, los sábados suelen acoger a algún cocinero o chef de restaurantes amigos para que los habituales de Marrufo puedan acompañar su vermut o cóctel con un bocado diferente cada semana.

 

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