Llega desde Gijón, donde el emprendedor Juan Ignacio Marín –formado en marketing en una gran multinacional– se enamoró del concepto y decidió traérselo hasta Madrid para replicarlo en el barrio de Salamanca, muy próximo al parque del Retiro. Y la idea no ha podido ser más acertada, justo en estos tiempos en los que parece que estamos más preocupados por saber lo que comemos y cómo lo comemos, sin descuidar, además, dónde lo hacemos. Y eso es lo que hace que Rawcoco Green Bar huela a planazo.
Abierto desde primerísima hora de la mañana, este cafe-bar-restaurante de estética caribeña parece el paraíso de la fruta fresca, los vegetales orgánicos, los superalimentos y, por supuesto, la interminable lista de zumos detox que preparan con todos ellos. Los hacen al momento en su cold press, para que el jugo ni se oxide ni pierda propiedades; los hay ultravitaminados (de color naranja), depurativos (verdes) o antioxidantes (rojos). La carta continúa con smoothies, batidos o milks -con leche vegetal-, cafés, infusiones o tés ecológicos, frappés y hasta vinos. Aquí todo es eco. Y no por postureo, sino por convencimiento.
Por eso han contado con un nutricionista para elaborar la carta; en ella se identifica cada combinado frutal y vegetal con sus propiedades beneficiosas: ‘Piel sana’, hecho con piña, manzana, jengibre, aguacate, lecitina de soja y pepino, es rico en zinc y buenísimo para cuidar la piel en profundidad; o ‘Defender’, con naranja, piña, plátano, espinaca, kale, chorella y chía, rico en calcio, hierra, fibra, potasio y Omega 3 para fortalecer el sistema inmunológico. Y así con todo. Hasta los toppings son súper saludables: se trata de boosters o chutes concentrados de vitaminas para añadir a los smoothies, (mix de algas, proteína vegetal, antioxidantes…) o shots de superalimentos concentrados, como el wheatgrass o hierba de trigo (30 mililitros equivalen a un kilo de verdura de hoja verde), uno de los más demandados. En carta tienen hasta un apartado de bienestar para llevar a casa: planes detox personalizados, elaborados bajo pedido por un nutricionista en función de cada necesidad, desde revitalizantes y energizantes, hasta adelgazantes.
Por esta descripción, cualquiera que no conozca Coco Raw Bar pensaría que este sitio tiene aspecto de centro dietético o incluso de herbolario. Y nada más lejos de la realidad: un salón de amplios ventanales hacia la calle, con mesas y butacas de ambiente costero y un toque muy elegante, barra de repostería artesana y tartas caseras que se convierte en barra de ensaladas frescas cuando llega la hora del menú del día, y una cocina a la vista de la que salen sabrosísimas tostas hechas con pan de masa madre y aderezadas con hummus casero o de aguacate con tomate rallado, además de wraps vegetales, bagels… Por la noche, coctelería elaborada a partir de fruta fresca y alcoholes ecológicos, perfectos para un afterwork en plan sano.
Y entre tanta propuesta saludable, un protagonista absoluto: el coco, con una selección de aguas de coco envasadas y frescas, para tomar la leche de coco recién exprimida o para beber directamente del coco, abierto a machete al momento, como si se acabara de caer del cocotero en Costa Rica, de donde procede la variedad Nam Hom, una de las más apreciadas por su sabor. Una estampa, la de alguien bebiendo de un coco, imposible de creer tratándose de Madrid, pero aperturas como éstas demuestran que hay tantas cosas que nos quedan por ver…
*Fotos Paco Montanet