‘El Ideal’, albóndigas, cócteles y bingo en Malasaña
‘¿Qué me apetece hacer?’. Eso es lo que hay que preguntarse al cruzar la puerta de El Ideal. Porque aquí se viene a trabajar con el portátil y un café, a tomar cañas con amigos, a bailar con Bowie Margarita en mano, a merendar con contundencia o a cenar distendidamente, y hasta a cantar bingo en martes alternos. Se viene a lo que quieras siempre que sea a disfrutar, esa era la máxima de Lorena Castell y sus tres socios: divertirse en compañía, porque si algo tiene este bar es gancho (y poca vergüenza).
En un ambiente así de informal y divertido, la cocina tenía que ir en consonancia. Por eso contaron con el equipo de Bolero MeatBalls, que han instalado en la barra de El Ideal es una especie de córner gastronómico en el que preparan buena parte de la carta que les ha hecho populares en la calle de las Conchas. Albóndigas caseras con diferentes ingredientes y salsas (de ternera o ‘de la abuela’, de cerdo con especias orientales, de pollo al parasen o veganas con tofu) para tomar bien en ración (6/3 unidades) o en bocata (4 unidades). Un bocado de lo más versátil, apto para todos los paladares, y que es igual de válido tanto para picotear junto a unas cervezas como para cenar de manera informal. ¿Que nos apetece comer más? Pues siempre se puede añadir a la comanda sus (también) famosas patatas fritas al horno o un plato de arroz como guarnición. Una carta escueta, pero con innegable tirón.
¿Que queremos completar con un postre? Pues también es posible porque las chicas de Bolero han traído hasta aquí su irresistible brownie de oreo con helado, una buena opción si elegimos sus butacones para merendar y pasar la tarde mientras suena desde lo mejor de Aretha Franklin al glam rock de Bowie. Pero cuidado, porque poco a poco el ambiente se va animando, la música sube, los zumos y cafés dejan paso a las cenas con cócteles clásicos –Mojito, Bloody Mary, Tequila Sunrise, Gimlet, Whisky Sour y White Russian; el Margarita la bordan si lo pides fuera de carta– y los pies empiezan a moverse solos con lo mejor de las últimas décadas. El punto álgido de la jarana llega los martes alternos a eso de las 20h, cuando Lorena, micrófono en mano, empieza a repartir cartones de bingo. Sus compañeros del gremio de la tele y la radio le dan vueltas al bombo y todo el mundo se dispone a cantar bingo mientras el petardeo sube el volumen de la fiesta. El resto de martes es su socio Dani Mateo quien se ocupa de divertir al personal con las ‘Noches de comedia’, un espectáculo de humor en la planta baja del local al que están invitados otros amigos y compañeros del presentador.
Y es que es muy fácil liarse en este sitio que parece sacado de la película ‘El Guateque’. Taburetes de terciopelo, sofás de sky rojo, motivos tropicales, pizarra setentera en las paredes, lámparas de los 60 y apliques de los 70 llenan dos plantas de glam y muy buen rollo, eso sí que no falla.
* Fotos Paco Montanet
