Manuela se educó en Periodismo e Historia del arte. Pablo es arquitecto, interiorista y escenógrafo. Durante los tres últimos años vivieron juntos en París, donde se dedicaban a estudiar y a trabajar en proyectos artísticos y de construcción. Hasta que se les presentó la oportunidad de oro. ‘Desde hacía tiempo teníamos en mente abrir un espacio centrado en la promoción de artistas jóvenes –recuerda Pablo-. El padre de Manuela recibió una oferta de alquiler por el local de una importante cadena de supermercados. Aquello fue el ahora o nunca. En aquel momento decidimos darle forma a lo que es hoy La Causa Galería’. Su proyecto encaja bien con el entorno malasañero que concentra mucha propuesta alternativa. Como ellos mismos comentan, Malasaña es como un parque temático con un montón de atracciones diferentes –prosigue el arquitecto-. Aunque sea muy nocturno y haya muchos bares, clubes y restaurantes, también es de parada obligatoria para los turistas y hay mucho público joven y cooltureta rondando por la zona’.
La Causa Galería se aleja mucho del concepto típico de aséptica galería regentada por el inaccesible promotor de arte. Representa a esa nueva generación de espacios que han cambiado la forma de presentar, vender y comprar obra. Una idea nueva donde las redes sociales mandan (su Instagram ha sido bastante alabado, por cierto) porque dan visibilidad a propuestas a las que antes era difícil tener acceso. ‘Tenemos un público muy millennial que está acostumbrado a hacer sus compras en pijama. Nuestro reto es sacarlo de casa y traerlo a la galería’. Así describe Manuela cuál es el papel del galerista moderno.
Otra de las causas por las que lucha el espacio madrileño es animar al coleccionismo. ‘Cada vez somos más conscientes de que coleccionar arte no es sinónimo de vaciar la cartera y de que, por poco dinero, se puede comprar una obra firmada por un artista puntero. Nosotros tenemos clientes de 15 años que se han llevado de aquí su primera pieza y mayores de 65 que siguen completando su colección con arte emergente’. En La Causa Galería se pueden adquirir obras originales desde 10 euros o printsen edición limitada desde los 20. Todos ellos originales realizados en técnicas tan dispares como el collage, el lienzo, los dibujos o las serigrafías. Además, su background visual y cultural se centra principalmente en la ilustración y el arte urbano aunque, como ellos muy bien señalan, no cierran puertas.
Su calendario de exhibiciones es bastante completo, con unas seis u ocho exposiciones al año con una duración de entre mes y mes y medio dependiendo de las piezas que compongan la muestra, las técnicas empleadas y la cuota del artista. Desvelan desde la galería su criterio organizativo, aunque se dejan llevar por lo que les gusta y les emociona y, claro, eso puede pasar con artistas españoles, franceses, alemanes o argentinos (¡No hay fronteras para el arte!), con los que casi siempre acaban teniendo buen feeling. Y aunque les gustaría disponer de más tiempo para realizar actividades variopintas, mantienen desde sus inicios el ciclo de charlas Piscolabis, una plataforma de encuentro multidisciplinar y de intercambio de experiencias profesionales de donde surgen debates muy interesantes.